—Listo para obedecer.
Y me quedé estática en el mismo sitio, inundando mi rostro con lágrimas que afloraban con cada paso que daba hasta quedar frente a mí.
—James...— musité sin esperar una respuesta verbal. Sin embargo guardaba la esperanza de encontrar al hombre del que me enamoré.
Cuando pasó frente a mí limpie mis lagrimas con furia y armándome de valor me coloqué frente a él impidiéndole el paso. Ahora lo veía más imponente, con la espalda recta y los brazos a los costados, el mentón levantado, y su expresión inexorable. Aquellos ojos grises, completamente cristalinos, gélidos, me escrutaron sin ninguna emoción humana. James Barnes se había ido, ahora estaba frente al Soldado del Invierno.
Pesarosa me hice a un lado para que siguiera su camino. El nudo en mi garganta se estaba tornando insostenible, ya no podía resistir la opresión de mi pecho. Me dejé caer al suelo cual niña que hace un berrinche y mi hermano se acercó frotando mi espalda, yo sólo me aferré a él y continúe sollozando hasta que perdí la consciencia.
Desperté en una celda, conectada a un equipo de venoclisis –en ambos brazos– por el cual corría un líquido azul neón. Sentía la boca seca y mi vista estaba borrosa, a pesar de ello reconocí aquella celda en la que ocasiones anteriores servía de castigo. Un instante después se abrió para dar paso a mi verdugo.
—Finalmente has despertado— expresó cínicamente al tiempo que intentaba retirar un mechón de cabello de mi rostro por lo que giré bruscamente evitando cualquier contacto con él —. Debes saber que estuvimos muy preocupados por ti, aunque no lo parezca.
Me quedé en silencio evitando ver su horrible rostro.
—Los planes contigo y con tu hermano continuarán, pero nos hemos atrasado gracias a tu insensatez. Si quieres que deje de lado mi amabilidad así será entonces de ahora en adelante. Permanecerás en esta celda el tiempo que dure tu estancia en esta base. Y si no cooperas te atienes a las consecuencias— musitó pegando su rostro al mío provocando una furia creciente en mi interior. En cambio pregunté:
—¿Qué día es hoy?
Me observó confundido pero respondió,
—10 de marzo.
¡Mierda! Estuve inconsciente por 2 días. Y no sólo eso, hoy es su cumpleaños y él no lo recordaría. Pronto sentí que mis ojos escocían, tragué con dificultad mientras el hombre del monóculo comenzó a alejarse. Una vez que me quedé sola nuevamente me solté a llorar, gritando a todo pulmón. Poco me importó que me escucharan. Lo amaba y dolía hasta el alma.
Todo era mi culpa: el que mi hermano también estuviera encerrado en ese sitio sin esperanza alguna, y condené a James a una vida sin recuerdos... prácticamente lo maté. Lo asesiné...
Algo en mi interior se hizo añicos. Arranqué el punzocat de mi brazo izquierdo y comencé a lacerarme con él en toda superficie en la que encontraba piel, provocando profundos cortes de los cuales brotaba una gran cantidad de sangre. Sin embargo no había dolor. Había dejado de sentir.
A lo lejos escuché múltiples voces pero no lograba entender que decían. Percibía movimiento, y al mismo tiempo era ajena a lo que estaba ocurriendo. Minutos después me quedé profundamente dormida aún no sé por cuanto tiempo.
Cuando finalmente desperté estaba en la enfermería. Nuevamente conectada a equipos de venoclisis y a un monitor cardíaco. Mis heridas estaban cubiertas y ardían un poco. Una señorita se acercó y me ofreció unas pastillas con un vaso con agua. Los acepté y las tragué.
Me sentía muy débil y con mucho frío. Realmente no recuerdo con claridad... Pasé muchos días en la enfermería, y la mayor parte del tiempo la pasaba durmiendo. Y el resto del tiempo llorando hasta que mi reserva de lágrimas se agotó.
Tiempo después de regreso en la celda, inicié una nueva rutina en el laboratorio, la cual a duras penas podía cumplir. Terminaba agotada y a pesar de ello no podía conciliar el sueño por las noches. Mis ojeras se hacían más marcadas y mi peso disminuía a gran velocidad pues así probaba un bocado inmediatamente lo vomitaba. La medicación era lo único que me mantenía tranquila y me hacía olvidar por un breve momento lo patética que era mi vida.
Hasta que llegó el día en que volvió a mi una esperanza. El 17 de julio se me permitió ver a mi hermano.
—¡Feliz cumpleaños hermanita!— exclamó pasando de un tono emocionado a uno conmocionado en cuanto me vio. —¿Wanda? ¿Qué te ha ocurrido?
Mi estado debía ser deplorable para que ahora él estuviera al borde de las lágrimas.
—Hey, tranquilo. Estoy bien.— intenté que mi voz sonará normal pero había pasado mucho tiempo sin hablar.
—Te he extrañado tanto...
—Yo más, como no tienes idea— y me abrazo. En ese instante olvidé el sufrimiento y lo reemplacé por un sentimiento de serenidad. Fue en ese momento en el que comprendí que a pesar de todas las adversidades, Pietro siempre estaría conmigo y sólo necesitaba recordarlo para tomar fuerzas y salir adelante.
—Han pasado 4 meses, y lamentó tanto lo que ocurrió. De verdad, yo le dije que no regresaran...
—¿Qué dices? ¿De qué rayos estás hablando?— no entendía a que se refería, estaba muy confundida.
—¿No lo recuerdas?
—¿Recordar qué?
Pietro se quedó en silencio y pasó sus manos por su ahora cabello blanco, después de un rato tomó mis manos entre las suyas negando con la cabeza y observándome fijamente.
—Nada, olvídalo ¿si? Ahora tenemos 17 años, ¿puedes creerlo?
Solté una pequeña risita, mi hermano sonrío ampliamente y prosiguió:
—Pronto saldremos de aquí hermanita, te lo prometo. Seremos Wanda y Pietro contra el mundo. Nada ni nadie podrá separarnos, eso te lo aseguro— guiño y besé su mejilla.
—Así será hermanito— sonreí y lo abracé por los hombros recargando mi cabeza sobre uno de ellos. Juntos llegamos al mundo y juntos nos iríamos. A partir de ese momento me prometí a mí misma no volverme a derrumbar.
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.N/A:
Hey! He regresado después de tanto tiempo. Una disculpa por la demora. He estado algo ocupada y no había podido actualizar, pero acá está el capitulo final. Me costó mucho escribirlo, pero espero y haya sido de su agrado. Bueno ahora sólo falta el epílogo, trataré de no tardar mucho en actualizar 🙈
No olviden dejar una estrellita o algún comentario, me haría muy muy feliz el saber su opinión con respecto al capítulo o a la historia en general.
Los quiere Tish 😘
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M E M O R I A S D E S O K O V I A
Fanfiction"Esa es exactamente la belleza del amor: su inexactitud, la imposibilidad de medirlo en números completos, la necesidad de saltar con los ojos cerrados. Si eso no fuese suficiente, entonces déjame decirte algo más: vale la pena." -Teresa Donoso Hay...