M E M O R I A S D E S O K O V I A

22. Frenesí (18+).

Advertencia: Contiene escenas sexuales explícitas.
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"Lo mejor de todo se había condensado en ese instante. Y no podía ser otra cosa que amor"
– Hanif Kureishi

La luz matinal llenaba la estancia, obligando a Wanda a abrir los ojos. No pudo evitar sonreír al verlo en la cama de Pietro plácidamente dormido con el torso desnudo; podría contemplarlo todo el día si era posible. Pero pronto recordó que estaba molesta con él.

Silenciosamente entró al baño y tomó una ducha rápida. Se envolvió en una toalla y procedió a cepillar su largo cabello castaño. Se tomó un tiempo para observarse en el pequeño espejo y acto seguido se vistió con unos shorts y una blusa de tirantes. Al salir del baño Bucky seguía en un profundo sueño por lo que se calzó unos converse y cuidadosamente cerró la puerta para dirigirse a la cocina y preparar unos huevos con tocino y jugo de naranja.

Estaba por servir los huevos cuando unas manos envolvieron su cintura haciéndola estremecer. Bucky apoyó su barbilla en el hombro de la castaña quien cerró los ojos disfrutando del contacto.

—Huele delicioso— susurró en su oído y la hizo reaccionar. La chica se giró quedando de frente a él, escasos centímetros los separaban, podía escuchar sus respiraciones. Wanda se mordió el labio inferior al percatarse de la desnudez del torso de ese hombre. Los ojos verdes escanearon la asombrosa musculatura hasta perderse en el elástico del pantalón de franela a la altura de la cresta iliaca, ¿qué demonios intentaba? ¡La estaba volviendo loca! Contó mentalmente hasta 10: el orgullo pudo más que el deseo. Se deshizo del agarre de su cintura y se coló hacia la mesa para colocar los platos con el desayuno. —¿Sigues molesta?

Wanda no respondió. El pelinegro se sentó frente a ella contemplándola, tratando de llamar su atención.

—Mejor come antes de que se enfríe — El tono de la chica era cortante y su semblante endurecido. En su interior deseaba ser prisionera de aquellos monumentales brazos y perderse en un profundo beso; sin embargo se sentía defraudada con la actitud que había demostrado la noche anterior... ¿qué acaso no se daba cuenta que él era el hombre de su vida?.

El soldado comía en silencio, sin despegar un ojo de ella, incluso no parpadeaba. La gemela se levantó de golpe llevando sus platos vacíos para lavarlos y desapareció sin dirigirse una palabra. Ella había decidido pasar el día emprendiendo trabajos de jardinería. Quizá lograría distraerse lo suficiente para olvidar lo ocurrido. Así pasaron 2 horas cuando entró de nuevo a la casa por un vaso con agua. Disimuladamente buscó a Bucky pero no lo encontró hasta que lo vio salir del sótano con una actitud sospechosa.

Prefirió no prestarle atención para salir a terminar con el jardín. Finalizó retirando todas las hojas muertas y se adentró de nuevo a la vivienda. No había hecho mucho pero quería recostarse a descansar. Al entrar a la habitación sus ojos se cristalizaron al descubrir su portarretratos arreglado con los cuatro adolescentes sonriéndole y al lado una hoja de papel con una caligrafía impoluta:

"Mi actitud no fue la mejor. Fui un tonto al reaccionar de esta manera pero te ofrezco mi más sincera disculpa; no soporto estar lejos de ti."

—Entonces ¿me perdonas?— Bucky estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

Wanda corrió hacia él tomando su rostro con ambas manos y besándolo, explorando cada centímetro de su cavidad oral. El pelinegro posó sus manos en la espalda de la castaña, descendiéndolas hasta acunar su trasero para apegarla más a él. La chica rozó sus dedos con el borde de la camiseta del soldado; se separaron solamente para dejar al descubierto aquellos abdominales y pectorales de infarto que la hacían perder los estribos.

Reanudaron los besos aproximándose a una de las camas. Bucky inició un recorrido de besos a lo largo de la mandíbula de la gemela hasta llegar a su punto débil: el lóbulo de su oreja, mordisqueándolo suavemente. Por su parte, las manos de la ojiverde acariciaban los músculos de la espalda de aquel hombre, ligeramente contraídos, hasta que rozó una superficie áspera lo cual reactivó su cerebro.

—James tu herida— el mencionado se detuvo una fracción de segundo

—Ya estoy bien, ya cicatrizó— alcanzó a afirmar con voz distorsionada a causa de los besos que seguía compartiendo con la chica, quien con un movimiento rápido escapó del soldado.

—Te quitaré los puntos entonces.

—Eso puede esperar Wan, nosotros no— sus pupilas estaban completamente dilatadas, ardiendo en deseo. Ella se relamió los labios provocando aún más al soldado. Con un movimiento rápido retiró la gasa, obligándolo con esa acción a sentarse en la cama y quedarse quieto. Tomó el botiquín para buscar las tijeras y retirar los puntos y comprobar que, efectivamente, la herida había sanado por completo. Acto seguido se apresuró a guardar las cosas dejando la cama libre nuevamente.

El Soldado de Invierno la tomó por la cintura, apretándola contra él, lo que sacó un pequeño gemido de Wanda. Su miembro se levantó al instante en respuesta. Con la mano humana acarició el cabello castaño, se inclinó y la besó. Sus bocas se movían violentamente una contra otra. Habían estado muriendo de hambre durante bastante tiempo, y ahora estaban alimentando su hambre. Wanda envolvió sus brazos alrededor de los anchos hombros de Bucky.

Ella estiró el cuello para permitirle más entrada a la boca, gimiendo al sentir su lengua romperse con la suya. Sus manos se deslizaron por su espina dorsal, enviando a Wanda una descarga eléctrica a lo largo de ésta. Él se acercó a la cama, con las piernas de la chica rodeando su cintura. Ella jadeó cuando sintió su miembro erecto contra ella. Su cabeza se inclinó hacia atrás mientras él depositaba besos a lo largo de su cuello y clavículas.

Delicadamente la colocó en la cama y le sacó la blusa de tirantes dejando su torso desnudo. El Soldado se detuvo unos segundos para admirar la belleza de esas curvas que tanto había deseado tener entre sus manos. A continuación, acunó sus senos mientras que ella aferraba sus uñas a la espalda de él, cavando en su piel como conforme sus bocas desbordaban pasión. Una ola de lujuria atacó su núcleo húmedo como ella lo sintió endurecer aún más.

Él se deshizo de su pantalón y prosiguió con el short de mezclilla de Wanda; en un acto desesperado se despojaron de la última prenda quedando completamente desnudos. Él apegó sus cuerpos haciendo que los pezones de la chica se apretaran contra su pecho y él gimió en su boca. Su mano de metal se acercó a su muslo y levantó la pierna, mientras su humano se preparaba para entrar en ella.

—¿Estás segura de esto?

—Nunca he estado más segura de algo en mi vida.

Wanda se mordió el labio, cerró los ojos mientras se aferraba a la parte posterior de su cuello y lo atraía hacia abajo para besarlo. Entonces sintió la punta de su virilidad en su entrada, y Wanda no pudo evitar apagar su aliento cuando finalmente la penetró. Wanda jadeó, apartándose de sus labios para envolver sus brazos sobre sus hombros. El dolor era todo lo que ella podía sentir, y seguía empeorando mientras él lentamente entraba y salía. Pasó un minuto hasta que la quemadura se enfrió. Y el dolor se fue.

Repentinamente se convirtió en un placer, una satisfacción tal, que Wanda mordió su labio inferior tan fuerte como pudo para evitar gemir tan fuerte. Ella tomó su cara en sus sudorosas palmas y le ordenó que la besara. Las pulsaciones en su interior aumentaban. Las embestidas se aceleraron, y acallaron sus bocas en un beso profundo mientras juntos llegaban al orgasmo. La sensación de tenerlo dentro era algo maravilloso que no quería que saliera de ella. Se aferró más a él mientras un cálido susurró termino de derretir su interior:

—Te amo Wanda.

—Y yo a ti James.

Y si lo amaba, como nunca antes había amado a alguien en su vida. Lo amaba con tal intensidad que dolía. Quería mantener este momento intacto, disfrutarlo y revivirlo. A lo largo del día continuaron haciendo el amor una y otra vez, explorándose y aprendiendo cada detalle de la anatomía del otro hasta caer en un profundo sueño con sus cuerpos entrelazados.

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¿Qué opinan?
Me esforcé en escribir esta parte, la reedite varias veces para que quedara perfecta. Espero haya sido de su agrado. Si así fue, ya saben qué hacer. 😉