13. Lagunas.

859 88 10
                                    

El agua tibia desciende por el cuerpo de la castaña, relajándola y provocando una amnesia temporal que se revierte una vez que sale de la ducha. Se enfunda con un pants no muy holgado y se dirige a su habitación. Quedando a escasos pasos de la puerta se decide a dar la vuelta y encaminarse a la habitación de cierto pelinegro. Avanza con cautela, el pasillo se encuentra en completo silencio y prevalece la oscuridad. Al llegar a su destino vislumbra a ambos lados y da un ligero toquecito a la puerta de madera, que tras escasos segundos es abierta. Entra y se pierde en aquellos ojos grisáceos que semejan una tormenta.

—¿Cómo está tu hermano?

—Ya está mejor... pero no se salvó del castigo— lentamente se aproximan a la cama para tomar asiento —Permanecerá aislado una semana en aquella celda en la que nos conocimos. Sesiones extras en el laboratorio y volverá a ser entrenado por Rumlow, por lo menos esta semana— Las comisuras de los labios de Bucky se curvaron, y la castaña no pudo evitar devolverle el gesto.

—Pietro es fuerte...

—Eso lo sé, sólo son 7 días— entornó los ojos en cuanto sintió el cálido toque de la mano humana en su mejilla —. Lo único bueno de esto es que tendré un día libre

—¿Y qué piensas hacer?— la ojiverde sabía perfectamente lo que quería hacer, llevaba ya algunos días planeándolo, pero necesitaba la ayuda de Pietro.

—Aún no lo sé, supongo que descansar de toda esta tortura...

—Podrías quedarte conmigo...— Wanda ríe por lo bajo ante aquella descabellada idea. A pesar de que moría por poder quedarse a su lado no podía hacerlo, no podía permitir que los descubrieran, no podían arrebatarle lo único bueno de ese lugar. Hizo contacto con aquellas orbes grises y decidió que lo mejor sería cambiar de tema.

—Mejor cuéntame sobre aquellas lagunas, ¿pesadillas?— la expresión en el rostro del Soldado cambió drásticamente y pronto la chica se arrepintió.

—... No sé qué sea. Quiero pensar que sólo son un mal sueño pero a veces lo siento tan real— poco a poco sus facciones se van endureciendo, su mirada se ensombrece y su mandíbula se tensa —, lo que veo no es nada agradable. Veo dos hombres que me observan atemorizados, suplicando por sus vidas, yo les apuntó con un arma y aunque algo en mi interior me dice que está mal aprieto el gatillo sin titubear. Ambos hombres caen inertes, con esa expresión de terror en su rostro y cubiertos de sangre... al igual que mis manos. Conforme avanzó más cuerpos sin vida aparecen a mi alrededor de igual manera que los anteriores— se queda callado un breve instante y la chica acaricia el brazo humano, el Soldado la enfrenta con facie dolorida —. No sé si pueda soportarlo más. Cada mañana es un tormento, las imágenes son más nítidas y se sienten más reales. Mi único escape eres tú.

Wanda deposita un beso en la mejilla de su interlocutor, éste la estruja contra su cuerpo. Lentamente ambos rostros se aproximan, mezclándose los alientos. Sus labios por fin hacen contacto, al principio suave y dulce. La sensación es increíble. Pronto sus lenguas inician una danza que activan los sentidos de la chica. Ambos caen a la cama con la necesidad de sentirse más próximos, separándose solamente por la falta de aire.

Bucky inicia un recorrido de besos a lo largo del cuello de Wanda, quien emite un pequeño gemido. El Soldado la despoja de la sudadera, dejándola sólo en top y se detiene a contemplar su piel nívea y aquellas curvas de buenas proporciones causando que las mejillas de la mejorada se ruborizaran. De nuevo sus labios vuelven a contactar, tornándose ahora en un beso más apasionado.

En un movimiento Wanda se sienta a horcajadas en él sin interrumpir el beso. El calor en su bajo vientre aumenta al sentir su dureza entre sus piernas y Bucky suelta un rugido pegándola aún más a su cuerpo, friccionando sus pelvis. Él coloca sus manos en la cadera de ella, dispuesto a retirar lo que impide que sus cuerpos se fundan en uno. La castaña envuelve su cuello y profundiza el beso.

Súbitamente aparecen múltiples imágenes de cuerpos sin vida a su alrededor con sus manos cubiertas de sangre; aterrada rompe el contacto abruptamente y se da cuenta que su mirada se nubla, y no falta mucho para que las lágrimas comiencen a descender.

—Lo lamentó... yo... tengo que irme— tomó su sudadera y sale de la habitación sin mirar atrás, dejando al Soldado del Invierno aturdido por su reacción.

_______________________
N/A:

Hola a todos!
Espero que esto haya sido de su agrado. No soy muy buena escribiendo este tipo de escenas 😅
Agradezco mucho su apoyo, me encanta leer sus comentarios. Trataré de actualizar más seguido porque esta historia ya irá tomando su rumbo.

Los quiero!

M E M O R I A S   D E   S O K O V I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora