¡¿Arrestada?!

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Narra Layla

Arreglarme para mí misma ya era patético, pero lo era aún más desayunar sola. Por más molesta que estuviera con papá, realmente lo extrañaba. Quería llamarlo, pero mi orgullo era tan grande que no me permitía hacerlo. Todavía no podía entender la razón de no haberme llevado al viaje. Al terminar de arreglarme me mire al espejo y sonreí para mí misma como de costumbre.

—¡Parker! —Grite imitando a una damisela en apuros y reí cuando entró en la habitación como el mismísimo James Bond.

—Necesitas dejar de hacer eso, Layla. —Su mirada molesta me confirma que no le pareció igual de divertido que a mí.

—Hoy me siento caritativa, así que te invito a desayunar. —Digo sintiéndome optimista. Parker me mira como si estuviera bromeando.

—¿Cual es la trampa? No soy idiota. —Dice cruzándose de brazos. Ruedo los ojos ante su respuesta.

—Necesitas dejar de tratarme como si fuera el mismísimo demonio. —Digo acercándome a él con una mirada muy angelical. —Ahora, vámonos que muero de hambre.

-...-

Desayunar con mi guardaespaldas no estaba en mi lista de cosas por hacer, pero era mucho mejor que estar sola en casa. La rigidez de Parker solo me confirmaba su incomodidad, lo cual era bastante entretenido para mí. Miraba a su alrededor y luego me miraba a mí como si tratara de descifrar algo, pero la realidad era que esta vez no tramaba nada malo. Simplemente me di cuenta que es mejor tenerlo de aliado que tenerlo como enemigo. Quizás todo este tiempo no ha estado mintiendo y si ha querido ayudarme, la única forma de saberlo era si dejaba mi orgullo de lado durante unas horas.

—Creo que es momento de que comencemos a confiar el uno en el otro. —Comienzo y rogando no arrepentirme después . —Pelear como perros y gatos no nos llevará a ningún lado.

—¿Te encuentras enferma? —Dice observándome detenidamente. Frunzo el ceño tratando de no sentirme ofendida.

—Estoy hablando muy enserio. —Contesto. Parker me mira tratando de procesar las palabras. ¿Tan increíble era que actuará de forma madura?.

—Tienes razón. —Afirma mientras una pequeña sonrisa se escapa de sus labios.

—Ahora que todo está aclarado, me gustaría saber más sobre ti. —Digo mientras bebo un sorbo de mi café.

—¿Qué exactamente quieres saber? —Pregunta mientras deja los cubiertos de lado y me dedica su atención total.

—Lo que sea que quieras compartir. —Demasiado hipócrita de mi parte, lo sé. —Me gustaría saber acerca de tu familia, ¿Tienes más hermanos?.

—Luke es mi único hermano, somos muy diferentes pero también muy unidos.  —Contesta, enseguida estoy segura de que Parker haría cualquier cosa por el.

—Luke es increíble. —Afirmó sabiendo que es un chico divertido. Un chico que no merecía que lo utilice para mis beneficios. —¿Qué hay acerca de tus padres?

—Mis padres viven en Nueva York. Por el trabajo no puedo verlos tanto como quisiera, pero hablo con ellos aunque sea una vez por semana. —Responde y seguido de eso bebe un sorbo de su café.

—¿Ellos están de acuerdo con tu trabajo? —Pregunto repentinamente. Un trabajo así de arriesgado no era exactamente un ideal.

—No están de acuerdo con nada que pueda ponerme en riesgo, sin embargo me apoyan. —Dice con una leve capa de tristeza en su mirada. —No hay nada en este mundo que no haría por mi familia.

MI GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora