Narra LaylaRealmente no iba a detenerme. Si de alguna manera se pudiera definir lo que siento en este momento, con tan solo ver mi rostro estaría claro. Parker jamás dejaría de decepcionarme. Nuevamente había depositado toda mi confianza en él, y nuevamente me había decepcionado. Si esta no era una lección por parte de la vida para decirme que me equivocaba con él, no sé qué otra cosa podría ser.
En cuanto comienzo a subir las escaleras para dirigirme a mi habitación, Luke me toma del brazo deteniéndome. Me suelto de su agarre con brusquedad pero él no parece querer dejarme ir. Me impide el paso y su voz me obliga a detenerme.
—Solo tomará un minuto. —Dice impidiéndome el paso nuevamente. Dejo salir un suspiro frustrado.
—¡No tengo ni un segundo, Luke! —Digo mirando hacia la puerta principal, de donde ahora está entrando Parker.
—¿Haz visto a Sarah? —Pregunta. Frunzo el ceño sin querer perder más el tiempo.
—No tengo tiempo para esto —Digo apartándolo para subir por las escaleras. Escucho su voz a mis espaldas.
—Llevo toda la noche buscándola, ¿No te parece que es algo extraño? —Dice alzando un poco más la voz para que pueda oírlo.
Las palabras de Luke me hacen caer devuelta a la realidad. Sarah lleva horas encerrada en mi closet. No respondo. Dejó a Luke con las palabras en la boca mientras me dirijo hacia mi habitación. En cuanto llegó al pasillo, escucho la voz de Parker a mis espaldas.
—¡Layla, no es nada! —Dice con la voz agitada. —¡Lo juro! No es nada.
—¡No soy idiota!—Digo enfrentándolo. Sintiendo la ira en cada parte de mi ser. —¡Te vi, Parker! ¡La besaste!
—¡No significó nada! —Dice tratando de explicarse. —Le estaba pidiendo que se fuera cuando ella me besó.
Niego con la cabeza sin querer escuchar más sus absurdas y patéticas explicaciones. Llego a mi habitación e intento cerrar la puerta, pero Parker la sostiene mientras yo intento cerrarla. Forcejeamos el uno contra el otro como si fuéramos un par de adolescentes y no dos adultos.
—Layla, tienes que creerme. —Dice sosteniendo la puerta. —Por favor, déjame explicarte.
Ni siquiera intento controlar mi ira. Una parte de mi quiere obligarlo a marcharse, pero la otra se aferra a escuchar su explicación. Tal vez sea la peor decisión, pero sé exactamente qué es lo que debo hacer. Suelto la puerta y le permito entrar.
Bien, si pensaba darme una explicación...tendría que ser malditamente buena.
—¿Besar al enemigo? Es patético.—Digo cruzando de brazos y sintiendo la furia destilar dentro de mi.
Yo no era del tipo celosa. Jamás le había hecho una escena de celos a ninguno de mis ex novios. Con Parker todo se sentía diferente, mis emociones se magnificaban y no podía ser capaz de controlarlo. Sabía que me estaba exponiendo, pero en este momento no me importaba en lo más mínimo. En lo único que podía pensar era en él besándose con otra. Tenía que controlar mi furia, sino estos celos iban a sacar lo peor de mi.
Y por supuesto que no iba a darle la satisfacción de saber lo que yo estaba sintiendo por dentro.
—Esto te pertenece. —Dice dándome el collar de tulipán. Mi corazón enseguida se siente pesado.
Se acerca a mí y no hago nada para evitarlo. Aparta mi cabello con sutileza y me coloca el collar. Un nudo comienza a formarse en mi garganta. Le reclamo como si me perteneciera, y todavía estaba muy lejos de eso.
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MI GUARDAESPALDAS
Lãng mạnLayla Jones no solo es una chica rica de Los Angeles, también es la hija de uno de los empresarios más famosos y poderosos del país. Después del atentado sucedido en su cumpleaños, su padre sabe que Layla corre grave peligro y el único indicado para...