Prisoner

1K 41 11
                                    


Narra Layla

Victoria golpea el saco de boxeo con tanta fuerza que me hace retroceder al instante. No puedo evitar sentirme orgullosa de su progreso. Ella continúa intercalando patadas con golpes, cada vez más rápido y con más fuerza. En estos últimos dos meses, era increíble el avance que había obtenido con los entrenamientos. La única condición que le puse para que pudiera ver a Nick, era que todos los días entrenáramos sin excusas. A pesar de que los primeros días le costaba adaptarse, ahora me atrevía a decir que es su pasatiempo favorito. Ambas utilizábamos el entrenamiento para desahogarnos y para poder sacar toda la tensión acumulada.

—¿Ahora ya podemos echarnos un round de duelo? —Le dice Victoria a Parker mientras se coloca en posición de defensa y le sonríe con suficiencia.

—Dudo mucho que puedas derribarme, pequeña. —Alardea Parker devuelta con una sonrisa divertida.

—No me subestimes —Contesta Victoria sientiendose confiada. —No tengas miedo, Parker.

—Vale —Accede él después de unos segundos. Yo enseguida intervengo.

—Eso no es una buena idea. —Advierto sabiendo que Victoria todavía no se encontraba a su nivel.

—¡Por favor, Layla! —Ruega ella. —Ustedes entrenan todo el tiempo y has dicho que cuando sea lo suficientemente fuerte, podré practicar con él.

Parker y yo entrenábamos todas las mañanas, y el siempre me recordaba que ahora más que nunca, tenía que aprender a defenderme de quien sea. Nuestros entrenamientos se intensificaron con el tiempo, por lo que ahora podía asegurar que un golpe mío es algo que puede llegar a doler increíblemente e incluso a lesionar. Victoria se levantaba temprano únicamente para vernos entrenar, y siempre destacaba su interés por ser mejor y poder practicar con Parker. Admiraba su perseverancia y lo mucho que había mejorado, pero no creo que ella esté cien por ciento consiente de lo que estos entrenamientos significan realmente. Tener prácticamente un acosador que me quiere ver tres metros bajo tierra, solo era un recordatorio de que tengo que estar preparada para cualquier clase de situación que pudiera presentarse. Parker se había asegurado de entrenarme de una manera inimaginable, y siempre estaría agradecida con él por su paciencia y tacto.

—No seas tan duro con ella, ¿de acuerdo? —Le murmuró a Parker.

—No soy ninguna principiante, puedo manejarlo. —Responde Victoria haciéndome saber que había escuchado. Yo ruedo los ojos y termino accediendo.

—Bien, veamos todo lo que has aprendido. No me avergüences. —Digo con una sonrisa divertida. Ella frunce el ceño.

Cuando ambos se colocan en posición de defensa, Parker lanza el primer golpe. Es un golpe simple, para verificar sus reflejos. Victoria reacciona con rapidez y bloquea el golpe con una patada directa. Ella realmente se lo estaba tomando enserio. Parker asiente ligeramente impresionado, pero no duda en seguirle dando batalla. Él continúa con golpes y patadas rápidas para evaluar su técnica de bloqueo, lo cual me deja completamente asombrada por su rapidez al esquivar y detener cada golpe.

—Ahora quiero que intentes derribarme. Observa mis movimientos y cuando ataques, hazlo con toda tu fuerza. Solo tendrás una oportunidad. —Indica Parker mientras regresa a la posición de defensa.

Victoria asiente y se gira dando un golpe con el antebrazo. Parker detiene su brazo rápidamente, pero no se percata de la patada que viene detrás. La patada obliga a Parker a doblar las piernas y caer al suelo, pero cuando ella intenta mantenerlo en el suelo, él la toma por los hombros derribándola por completo sin ningún tipo de escapatoria. Victoria jadea cuando su espalda choca contra el suelo e intenta escapar de su agarre, pero cuando no lo consigue, se rinde extendiendo sus brazos mientras gruñe con una gran frustración.

MI GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora