MI GUARDAESPALDAS

Conociendo a Luke

Narra Layla

Jamás me he considerado fea, pero ahora pensaba completamente diferente. No sé que estaba pensando cuando hice la fiesta. Veo mi reflejo notando mis ojos hinchados, el maquillaje corrido y mi cabello alborotado. Amber abre las cortinas de la habitación dejando entrar la luz cegadora del sol. Intentó cubrir mi rostro con las sabanas pero ella las aparta. Coloca una taza de café a mi costado mientras me da una botella de agua y lo que parece ser una aspirina.

—Lo que hiciste ayer fue realmente estupido, Layla. —Dice sabiendo que desde el principio había tomado una mala decisión.

—¿Acaso Parker te fue con el chisme? —Le pregunto indignada.

—Mark me llamo furioso diciendo que Parker era un animal. —Dice intentando no reír. —¿Realmente te gusta?

—Por supuesto que no. —Contesto rápidamente. Sabia que nuestro encuentro fue únicamente por el alcohol. —Estaba muy borracha, eso es todo.

—Será mejor que le dejes eso en claro. —Dice mirando su reloj.

—¿Porque lo dices? —Pregunto mientras bebo de mi café.

—Por qué esta abajo esperándote. —Dice como si fuera algo totalmente casual.

—¡¿Qué?! —Contesto intentando no escupir el café. —¡Tiene que ser una maldita broma, Amber!

—Será mejor que te arregles rápido. —Dice levantándose de la cama. Se dirige hacia la puerta y me mira antes de abrir. —¡Nos vemos luego!

Cierra la puerta sin darme oportunidad de decir algo. Detestaba decirlo pero me lo merecía, tendría que lidiar con Mark yo sola. Corrí hacia la ducha para darme un baño rápido, tendría que dejar el baño de burbujas para después. No tenía tiempo para arreglarme, por lo que me coloqué ropa para hacer ejercicio. Patético, pero era lo más sencillo y rápido.

Salí de la habitación sintiéndome enferma. Me arrepentía demasiado de todos los tragos que bebí anoche. Baje las escaleras encontrándome con Mark, lucia sonriente y sin ninguna pizca de haber tenido una mala noche. Oh no, se encontraba sosteniendo un enorme ramo de flores. Esto tenía que ser algún tipo de mal Karma. Parker se encontraba a mi costado con el rostro inexpresivo.

—Luces radiante, Layla. —Dice entregándome las flores. Las recibo con una sonrisa incómoda, toda la situación lo era. —¿Tienes hambre? Me gustaría llevarte a un lugar nuevo.

—Me encantaría, es solo que en verdad me siento cansada. —Miento mientras miro las flores pensando en algún tipo de escapatoria.

—Estoy seguro que te sentirás mejor en cuanto lleguemos ahí. —Contesta tomando mi mano con delicadeza.

—¿No entiendes que no quiere salir contigo? —Dice Parker interrumpiendo la conversación con el ceño fruncido.

—Cierra la boca, animal. —Contesta Mark de la manera más grosera posible.

Una mirada asesina se instala en el rostro de Parker. Oh no, el definitivamente iba a golpearlo si no hacia algo al respecto. Me coloco frente a él y le entregó las flores, el las sostiene con claro disgusto mientras trata de devolvérmelas. Ignoro sus peticiones mientras tomo a Mark por el brazo y nos dirijo hacia la puerta principal.

—Saldremos otro día, Mark.  —Digo abriendo la puerta. —Gracias por las flores.

—Lamento que tu padre te pusiera como guardaespaldas a un psicótico. —Dice fuertemente y le lanzó una mirada amenazante a Parker cuando lo veo dirigirse hacia nosotros. —Te llamaré luego, preciosa.