Decisiones

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Narra Layla

Nick no tenía idea de lo que me sucedía con Parker. Jamás le conté y estaba segura de que si lo hacía, las cosas serían diferentes. En este momento nos encontrábamos los tres en la sala del departamento, le expliqué a Nick todo lo que sucedió y se encontraba igual de confundido que yo. No podía entender como mi vida acabó abruptamente en esta situación. Parker me explico que trabajaba para el FBI, por lo que para él fue fácil localizarme en cuanto llego, pero estaba segura de que no me estaba contando gran parte de la historia. Probablemente Nick le había contado todo lo que planeaba hacer y Parker no quería delatarlo.

—Sea como sea que hayan sucedido las cosas, agradezco que estés aquí. —Le confieso a Parker. Jamás creí sentirme de esta manera, su apoyo era lo único que me impedía derrumbarme.

—Hay algo que debes saber, Layla. —Dice Nick intercambiando una mirada con Parker. Ambos escondían algo.

—Díganme que no es algo malo. —Digo harta de enterarme de cosas que solo me lastiman.

—Es acerca de tu madre y su esposo. Parker descubrió que los negocios que tienen son más graves de lo que pensábamos. —Dice Nick tomándome de la mano como si fuera algo serio.

—No me interesa si lo que hacen es legal o no. —Digo apartando mi mano. —No quiero saber nada de esa familia.

—Están siendo investigados por lavado de dinero y negocios fantasma, no solo en Italia sino en parte de los Estados Unidos. —Dice Parker como si tratara de hacerme consiente de la gravedad de la situación.

—Ya he dicho que no me interesa. —Repito levantándome del sofá. No quería escuchar más. Cuando comienzo a irme hacia mi habitación, la voz de Parker me detiene nuevamente.

—Ellos van a ser arrestados, Layla. Marcos por fraude y tu madre por ser su cómplice. —Hace una pausa y continúa. —Serán detenidos hasta que se pruebe lo contrario. Este tipo de casos pueden tardar meses.

—No pueden hacer eso, ella no manejaba los negocios. —Digo tratando de procesar sus palabras.

—Estoy seguro que se puede conseguir que la liberen bajo fianza, pero aun así las cuentas serán congeladas y el proceso tardaría meses. —Explica Parker como si lo único que podríamos esperar es lo peor.

—Sería bueno que vayas a verla a la comisaría. No se cuando pueda ser la siguiente ves que puedas hablar con ella. —Dice Nick acercándose a mi, cuando intenta abrazarme me alejo enseguida.

—Esto es un maldito infierno. —Digo marchándome hacia mi habitación sin querer ver a nadie.

No sabía que sentir. Por fin la había encontrado después de meses, ella era una persona terrible pero no podía negar que la situación me dolía. No quería verla encerrada, y mucho menos por la culpa de su marido. No había nada que pudiera hacer para ayudarla, y tampoco sabía si ella merecía mi ayuda.

—Bonita. —Nick aparece en el marco de la puerta. Sus ojos se suavizan en cuanto me mira. —Se que sabes lo que debes hacer.

—No merece que me preocupe por ella. —Digo aparentando los puños. Las ganas de llorar me frustran.

—Te prometo que todo estará bien. —Esta vez le permito tomar mi mano. Es tan bueno conmigo y se preocupa por mí como nadie.

—Eres el mejor. En verdad lo eres. —Digo envolviendo mis brazos a su alrededor. Lo abrazo con fuerza y le agradezco todo lo que hace por mí.

Cuando alzó la mirada me percato de la presencia de Parker. Él se encuentra en el marco de la puerta. Su mirada es fría. Puedo notar como su cuerpo se tensa e intenta permanecer indiferente. Me separo de Nick en cuanto él entra a la habitación.

MI GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora