Narra Layla
Podía sentir la ansiedad en mi interior, escalando en mis adentros hasta poder salir a la superficie. Intento ahogar esa sensación mientras las palabras de los agentes resuenan en mi cabeza. El plan sonaba lo suficientemente loco como había imaginado, pero eso no lo diría en voz alta. No ahora. No cuando Alexander había depositado toda su confianza en mi.
—¿Ha quedado claro? —Repite él mientras sostiene mi mano con fuerza. Desde que había empezado la junta, no me había soltado ni por un micro segundo. Me hacía sentir como si yo fuera la fuerza que él necesitaba para seguir con esto.
Los quince agentes que se encuentran en la sala de juntas asienten mientras memorizan cada una de las indicaciones que Alex acaba de decir. Ya no había marcha atrás. No podía permitirme sentir miedo, no cuando me habían asegurado un millón de veces que no había manera en que todo esto pudiera salir mal. Alex se aseguró de que el plan fuera perfecto, no había ni un solo cabo suelto y las diferentes alternativas estaban completamente cubiertas. Todo parecía estar a nuestro favor, sin embargo yo no podía evitar sentir una gran ansiedad. Si él no estuviera sosteniendo mi mano, estaba segura de que estaría temblando.
—Alex, se que yo no soy técnicamente un agente pero creo que también necesito permanecer armado. —Murmura Luke acercándose a nosotros. Alex lo mira pensativo.
—¿Todavía recuerdas lo que te enseñe? —Le pregunta Alex sin estar del todo seguro.
—Por supuesto, hermano. —Contesta él con un tono seguro.
—Te conseguiré una antes de irnos. No olvides seguir tu parte del plan. —Dice Alex con un semblante serio.
—Sarah y Victoria se encuentran con dos agentes en el departamento, me aseguraré de llegar con ellas antes de que todo esto empiece. —Dice él haciendo una nota mental. Su mirada cae en mi, examina mi rostro por un segundo. —¿Preparada?
—Más que nunca. —Contestó simulando una sonrisa y con una seguridad que aún no he adquirido. Luke sonríe, se acerca para besar mi frente y seguido de eso se marcha.
Alexander y yo seguimos a Lisa, quien nos dirige hacia una camioneta. No llevaba ni veinticuatro horas en Los Ángeles, aún no asimilaba que me encontraba aquí. En cuanto llegamos, enseguida fui custodiada por agentes hasta llegar a esta oficina del FBI donde Alexander convocó a diversos agentes con la mejor categoría para encargarse de lo que ahora es este plan.
—¿Que procede a partir de ahora? —Preguntó al aire mientras la camioneta comienza a moverse.
—Vamos a tu casa. —Dice Lisa a mi costado. Mi corazón comienza a latir con fuerza. Ella tiene que estar bromeando.
—¿Disculpa? —Le pregunto horrorizada por su respuesta.
—Los agentes están al tanto de todo. No podemos arriesgarnos si se ven en otro sitio. —Dice ella con el mismo tono neutro.
—¿Que hay de mi padre? —Pregunto enseguida.
—Tu padre lleva un mes sin vivir ahí. —Dice Lisa con una simpleza que me deja consternada.
—¿Está de viaje? ¿Donde está? —Pregunto alarmada, odiándome por seguirme preocupando por él.
—Ya he mandado a localizarlo, es cuestión de esperar. —Dice Alexander colocando una mano sobre mi hombro.
—No creo que este muy contento con la idea de que vuelva a su casa. —Contestó sin comprender cómo se supone que entraremos.
—Henderson está al tanto de todo, él también es parte de esto. —Dice como si de alguna manera eso fuera a tranquilizarme.
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MI GUARDAESPALDAS
RomanceLayla Jones no solo es una chica rica de Los Angeles, también es la hija de uno de los empresarios más famosos y poderosos del país. Después del atentado sucedido en su cumpleaños, su padre sabe que Layla corre grave peligro y el único indicado para...