Game On

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Narra Layla

Me despierto tras escuchar el ruidoso sonido de mi celular. El nombre de Nick estaba en la pantalla, el cual decido ignorar por completo. Puedo sentir mi cabeza arder mientras me levanto de la cama y me dirijo hacia el comedor. Mi padre ya se encontraba desayunando mientras Henderson y Parker permanecen de pie a un costado de la mesa.

—Buenos días. —Digo dandole un beso en la mejilla a mi papá. Él no sonríe como de costumbre. Frunzo el ceño mientras me coloco junto a él y Romina sirve mi desayuno.

—Ahora que te encuentras despierta quiero saber que fue lo que sucedió exactamente anoche, Layla. —Dice seriamente. Le dirijo una mirada asesina a Parker.

—No tengo idea de a que te refieres, papá. —Miento mientras tomo un sorbo del jugo de naranja.

—No te hagas la desentendida. Parker me dijo lo que sucedió en el club. Dijo que Nick... —Lo interrumpo tomando su mano y colocando la mejor sonrisa posible en mis labios.

—Papá, sabes que Nick jamás haría algo así. Es solo que Parker no tenía entendido lo cercano que Nick es para mi. Todo estaba bajo control. Créeme. —Le digo con simpleza.

Mi padre sonríe con más tranquilidad mientras continua con su desayuno. Parker se encontraba con una mirada tensa y la quijada dura. Sonrío sabiendo que su plan había fracasado. Mi padre confiaba plenamente en mí y siempre sería así.

—¿Cuáles son tus planes el día de hoy, cariño? —Me pregunta después de darle un sorbo a su café.

—Pensaba ir al club y luego encontrarme con Amber en su casa. —Digo terminando mi desayuno.

—Excelente. —Responde mientras saca las llaves del auto y se las entrega a Parker. Mi sonrisa se desvanece al instante.

—¿Aún no puedo conducir? —Pregunto algo indignada y molesta.

—No presiones, Layla. —Responde besando mi frente. Le da unas indicaciones a Henderson y ambos desaparecen del comedor.

Me acerco a Parker apretando los puños. Realmente no pensaba que fuera a dar problemas. Era evidente que era joven, por lo que no entendía sus dotes de niñera conmigo. Es mi guardaespaldas, lo único que tenía que hacer era cuidarme. No meterse en mis asuntos.

—No tenía idea de que fueras un soplón. —Le digo cruzándome de brazos.

—Lo hice por su seguridad. —Responde secamente y sin mirarme. Tomó su rostro y lo obligó a mirarme.

—No lo conoces. Nick jamás me haría daño. —Digo aparentando seguridad. Parker aparta mis manos de su rostro con brusquedad.

No responde. Simplemente aparta la mirada y se dirige hacia la cocina. Tenía que ser una maldita broma. Como se atrevía a dejarme hablando sola. Lo sigo hasta la cocina, donde interrumpo su conversación con Romina.

—Nos vamos al club, así que cámbiate. —Le digo y él me mira sin entender lo que acabo de pedirle. —No quiero que llames la atención. Deprisa, no tengo todo tu tiempo.

-...-

Parker no pudo evitar llamar la atención desde el momento en que llegamos al club. Su rostro completamente serio captaba las miradas. Intenté tomarlo por el brazo, para así aparentar que nos encontrábamos juntos o algo por el estilo, pero él se apartó y continuó caminando unos pasos atrás. Esto era tan vergonzoso. Me dirigí a los vestidores para colocarme el traje de baño.

Miro mi reflejo admirando mi traje de dos piezas. Varias chicas me miraban con envidia, lo cual solo me hizo sentir superior. Sabía que estaba jugando con fuego. Este bikini traería muchas miradas, lo cual no me molestaba en absoluto.

MI GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora