Narra LaylaNo pensé que fuera a doler tanto. Sabía que dejar a mi padre y a Parker sería difícil, pero no pensé que este dolor tan grande se establecería en mi pecho. Durante todo el vuelo tuve que replantearme que estaba haciendo lo correcto y que este dolor solo disminuiría con el tiempo. Había aterrizado hace aproximadamente unos treinta minutos, por lo que Nick seguro ya se encontraba esperándome. En cuanto lo veo, no puedo evitar sonreír aliviada. Se encuentra parado con un cartel que dice mi nombre y un ramo de flores. Nick me dedica una enorme sonrisa mientras se dirige a mi.
—Que bueno es verte, mia bellissima. —Dice con ese hermoso acento italiano.
No respondo, simplemente envuelvo mis brazos a su alrededor aferrándome a él por completo. Puedo sentir las lágrimas caer por mis mejillas. Mi reacción lo toma por sorpresa, pero no se inmuta. Nick me abraza con la misma fuerza mientras acaricia mi cabello y me permite desahogarme. Permanecemos así por un largo rato, hasta que decido sepárame. El no me pregunta qué sucede, simplemente toma mi maleta y me encamina hacia la salida del aeropuerto. Ese gesto tan considerado significaba mucho para mí.
Al subirme al auto de Nick para dirigirnos a su departamento, me encontré con la gran majestuosidad de paisaje conocido como "Italia". No lograba entender cómo no había venido antes. Lo veía a través del auto y ya me encontraba completamente maravillada por la belleza. Nos encontrábamos exactamente en Roma, una de las ciudades más populares de Italia. Durante el trayecto, Nick me decía muchos datos curiosos de la ciudad y sobre los lugares más importantes que debería conocer. En cuanto caminara por estas calles, sabía que quedaría totalmente enamorada de esta ciudad.
El edificio donde se encontraba el departamento era hermoso, no era un edificio grande pero se veía bastante impresionante. Su departamento se encontraba en el último piso, por lo que tenía una vista asombrosa de la ciudad. No podía creer que esté fuera el lugar donde Nick se ha encontraba viviendo.
—Bienvenida a mi hogar, que ahora se volverá tu nuevo hogar por un tiempo. —Dice extendiendo los brazos con una sonrisa y me permite examinar el departamento.
—Es magnífico, Nick. —Digo asombrada. Me acerco al balcón admirando la hermosa vista. —Esta vista es... Ahora entiendo porque no tienes interés en volver a Los Ángeles.
—Tenia una razón, ahora no tengo ni una sola para volver. —Dice colocando las manos sobre mis hombros y regalándome una sonrisa.
No sabía cómo agradecerle todo lo que hacía por mi. Lo que estábamos a punto de hacer era arriesgado, intentar encontrar a mi madre en este gran ciudad no sería fácil, pero él estaría dispuesto a ayudarme sin pensarlo dos veces. A pesar de las peleas y que nuestra relación amorosa fuera extremadamente frágil, no recuerdo alguna etapa de mi vida en la que él no estuviera.
—Tomate el tiempo que necesites para instalarte, luego te llevaré a un restaurante que sirve la mejor pasta de toda la ciudad. —Dice con emoción. En verdad está feliz de que me encuentre aquí.
Cuando llegó a mi nueva habitación, caigo en cuenta de que este será mi hogar por un tiempo indefinido. No sabía cómo sentirme al respecto. Saber que Nick era la única persona a la que podría acudir era algo que jamás me planteé. Acomodo mis cosas rápidamente sin tomarle tanta importancia a mis pensamientos. Lo único que podía hacer ahora era sacarle el lado positivo a toda esta situación.
—¿Lista para conocer lo mejor de Italia? — Dice Nick en el marco de la puerta.
—Estoy segura que esta turista no pudo conseguirse un mejor guía. —Digo con un guiño mientras me dirijo a el.
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MI GUARDAESPALDAS
RomansLayla Jones no solo es una chica rica de Los Angeles, también es la hija de uno de los empresarios más famosos y poderosos del país. Después del atentado sucedido en su cumpleaños, su padre sabe que Layla corre grave peligro y el único indicado para...