Fleur Delacour y la Orden del Fénix

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Como se lo esperaba, la tarde para Fleur había sido relajada, su profesor durante los últimos cinco meses, el auror Kingsley Shacklebolt, un moreno de gran estatura y muy dotado con la varita se había dedicado a hablar sobre lo bien que había sido el curso, incluso había felicitado personalmente a Fleur por la realización en días pasados de un par de encantamientos muy avanzados de manera perfecta. El poco trabajo y lo relajante que resultó ser su ultimo día en el curso de encantamientos avanzados en la academia de aurores no le impedían a la rubia pensar en la nota que Dumbledore le había hecho llegar y sobre todo en el motivo de la misma y todo el secretismo que conllevaba, en el fondo estaba emocionada y a la nerviosa por todo.

A las cuatro de la tarde, dos horas antes de la determinada hora de salir, Kingsley les dijo a todos que podían retirarse y que sus certificados de aprobación serian enviados con una lechuza al día siguiente. Fleur se disponía a retirarse pensando en que debía esperar dos horas por ahí hasta que apareciera el enviado de Dumbledore cuando Kingsley le llamó para que se acercara hasta el lugar donde se encontraba haciendo que se separar del resto del grupo.

- Señorita Delacour, antes de irse ¿podría venir un momento? - Pog supuesto

La chica se despidió de los compañeros con los que había entablado una especie de amistad en la que vivían intimidados por sus efectos de Veela y de la forma mas cadenciosa y sexy posible, al menos para ese pequeño grupo de compañeros, se acercó hacia quien la llamaba.

- ¿Podría por favor quedarse unos minutos?

- Clago, no tengo afán

– Bueno, permitame unos segundos llevo esta lista para que realicen los certificados y se los envíen, ya regreso.

La rubia se quedó de pie al lado del escritorio del profesor pero que habitualmente estaba vacío ya que Kingsley usualmente estaba de pie y caminando por en medio de todos, sin contar con que todo era muy practico. Fleur se perdió en sus pensamientos que en ese momento estaban protagonizados por la necesidad de buscar un nuevo trabajo en la semana siguiente. Estaba segura que Bill no la recomendaría para seguir en el banco.

- Estúpido Bill, estoy seguga que ha hablado mal de mi, no lo puedo sopogtag

– ¿Decía algo señorita Delacour? - Fleur se sobresalto al escuchar las voz de Kingsley y se ruborizó un poco al darse cuenta que lo que creía estaba diciendo en su mente lo había dicho en voz alta.

La chica no respondió y tardó unos segundo en darse la vuelta, cuando lo hizo se encontró con Kingsley visiblemente divertido. - Bueno, quería hacerle unas preguntas si no es mucha molestia.

Sin esperar a que la chica le respondiera, el auror lanzó su primera pregunta. - ¿A odio hablar de la Orden del Fénix? 

Fleur muy confundida y aun apenada por ser descubierta hablando mal de su jefe, miró al auror y le respondió la pregunta. - No, no tengo la manog idea de que es esa ogden.

- Está bien, entonces tampoco puede decirme nada sospechoso de Albus Dumbledore ¿verdad? - Fleur lo consideró unos segundos, a decir verdad si que tenia algo que decir del anciano director de Hogwarts pero a ella le habían enseñado a admirarlo y eso era suficiente para creer en el y guardar su secreto. - No, solo se que el pogfesor Dumbledoge es el digetog de Hogwagts.

Kingsley que se había puesto serio cuando empezó con la primera pregunta relajó su rostro y la sonrisa volvió aparecer – Eso era todo, disculpe la molestia ¿le importaría si le invito una bebida en compensación por su tiempo señorita Delacour? No tardaremos mucho.

Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora