Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.

Caricias prohibidas 01

- ¿poguias haceg palometas? - Fleur miró a su novio con cara de frustración. Llevaba quince minutos intentando de alguna manera hacer palomitas de maíz en la cocina mientras Bill por petición de la pelirroja acomodaba todo para verse una película que la chica había sacado de su bolso. Según le había dicho su hermana se la había recomendado para la próxima vez que vieran películas juntos, era una especie de película romántica muy de moda entre los enamorados franceses. Fleur no había tardado un día en salir a buscarla en ingles por las calles de París.

- Claro, ven te enseño. - Bill se acerco a la cocina y rodeando a la chica por detrás usando sus manos empezó a explicarle lo que debía hacer mientras sus cuerpos se rosaban.

- no pensé que esto fuega tan divegtido – Fleur estaba encantada sintiendo el pecho del chico pegado a su espalda, sintiendo su cadera pegada a su cola pero sobre todo, sintiendo su cuerpo rodeado por sus brazos. La rubia sonreía como colegiala.

La película había comenzado, era una comedia romántica un poco aburrida para los gustos del joven pelirrojo pero eso poco le importaba, el estaba disfrutando más de la sonrisa sincera que su chica le expresaba mientras sin parpadear miraba la pantalla del televisor, y su mano se movía del recipiente con palomitas de maíz a su boca. Cada par de minutos volteaba a ver al chico que hipnotizado le miraba. - Fleur – Bill habló en un tono extraño que hizo que la rubia se volteara inmediatamente y le mirara. Tomó el vol con las palomitas que aun quedaban y haciendo uso de su varita lo depositó en la mesa mas cercana. Poco a poco y sin dejar de mirar al rostro de su chica se fue acercando, primero dejando la varita segura a un lado, después, quitando el cojín que les separaba se acerco aun más, estiró lentamente su mano derecha y la pasó por detrás de los hombros de Fleur que respiraba agitadamente sin dejar de mirarlo, sus rostros se acercaron poco a poco hasta que su labios se rozaron levemente. La mano izquierda de Bill se posó en la mejilla de la chica lo que hizo que abriera ligeramente sus labios y sus lenguas se juntaran.

La electricidad que en ese mismo instante recorría el cuerpo de Fleur era una sensación nueva, nunca había sentido un beso de tal forma. Levantó sus manos y las poso en el pecho del pelirrojo que se acerco un poco más haciendo que la chica se recostara en el reposa brazos del sofá. Ahora estaban acostados, la chica debajo del chico mientras se besaban. Fleur comenzó a recorrer la espalda de Bill con sus manos muy lentamente hasta la parte baja de su camisa donde sin saber por que lo hacía agarró la camisa que le estorbaba y la comenzó a levantar. Bill entendió lo que ella hacia y se dejo hacer.

El beso comenzó a subir de tono, ahora los labios de Bill recorrían el cuello de Fleur. Saboreando cada centímetro de piel que encontraban a su paso mientras la hermosa rubia profería unos suaves y lentos gemidos, a la vez que con sus manos recorría la espalda y la cola de su chico. Nunca había llegado tan lejos con un chico y justo ahora había uno que la volvía realmente loca acercando sus labios a su pecho. Fleur sentía como los labios del pelirrojo avanzaban hacía arriba desde su abdomen. Minutos antes Bill había pasado de besar su cuello a besar su marcado y natural abdomen aprovechando que la blusa corta que ella llevaba puesta permita que se viera su ombligo, al pelirrojo le parecía irresistible. La blusa de la chica ahora se encontraba al limite de sus pechos y justo cuando pensó que Bill la subiría dejando nuevamente su pecho expuesto para ante sus ojos, este se detuvo. - ¿Estas segura? - Los ojos azules miraban de forma penetrante al rostro de la chica.

- Oui, no quiego que te detengas. - Bill sonrió y muy delicadamente sus manos tomaron la blusa, la subieron por encima de los senos de la sonrojada rubia, Fleur apenas se levantó un poco para permitir que su prenda saliera por sus hombros y su cabeza. Los labios de Bill comenzaron a recorrer nuevamente el esbelto cuerpo de su novia, cada vez le era mas difícil controlarse a cualquiera de los dos.

La película había terminado y ahora los dos espectadores que originalmente la habían colocado dormían plácidamente en el sofá en que se encontraban, tanto a la rubia como al pelirrojo les faltaba la parte superior de su ropa y las sabanas les cubrían hasta la mitad del abdomen. Ambos se encontraban abrazados de tal forma que Fleur reposaba su rostro en el pecho de Bill, haciendo que su cabeza bajara y subiera al compás de la respiración del pelirrojo, Bill rodeaba a su novia con las manos cubriéndola, una de sus manos reposaba en su pecho mientras la otra se encontraba en la parte baja de su cola.

Habían pasado ya un par de horas y era más del medio día cuando Fleur comenzó a despertar. En su cara aun tenia plasmada aquella sonrisa con la que se había quedado dormida. Lentamente abrió sus ojos y comenzó a ser consciente de cada una de las partes de su cuerpo, podía notar el calor que sentia sobre este, sobre todo en su cola y en su pecho, levantó la mirada y pudo ver la razón. Con un sonrisa comenzó a moverse y lentamente se zafó del agarré del chico, caminó a la cocina contigua y comenzó a preparar los emparedados mientras recordaba lo sucedido la mañana anterior. Fleur Delacour nunca pensó que su novio fuera ademas de inteligente, horrendamente sexy y trabajador, el mas hermoso atento y caballeroso de los hombres, ninguno de sus ex novios había llegado tan lejos pero definitivamente ninguno había intentado hacer menos que su Bill.