¿Quiegues seg mi novio Bill?

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Las manos del hijo mayor de Arthur Weasley comenzaron por vez primera a recorrer el cuerpo de Fleur. No sabia exactamente por que estaba haciendo esto pero era incapaz de detenerse. Fleur besaba a Bill como nunca antes había besado a algún chico. A decir verdad nunca antes había siquiera permitido que algún chico la tocase como en esos momentos lo hacia el pelirrojo.

Bill acariciaba la espalda de la chica con sus manos que intentaban insistentemente colarse entre la ropa, sentía la piel mas suave que jamas hubieron tocado sus manos. Recorría de arriba abajo la torneada figura. En algún momento el pelirrojo decidió tomar el control de la situación y con un rápido movimiento que tomo desapercibida a la rubia, la levantó usando la fuerza de sus brazos y sin dejar de besarle la posó en el sofá de tal forma que el se pudo acomodar encima.

Bill comenzó a besar ahora el cuello y el rostro de la chica que sin imaginarlo comenzó a proferir gemidos y sonidos que aumentaban la temperatura del chico y de la habitación. Ambos eran incapaces de pensar en algo que no fuera el otro. Bill levantó la blusa de la francesa para poder besar su increíblemente formado abdomen. Sentía con sus manos y con sus labios como la chica se estremecía con sus besos y sus caricias, poco a poco sus manos subieron hasta alcanzar el pecho perfecto de la semi veela que se retorció por el asombro.

Bill notó este extraño gesto y se detuvo de inmediato pasando a besarle nuevamente en los labios. - Creo que lo mejor será que te acomodes la blusa, no quiero hacer las cosas de forma precipitada. - Fleur un poco contrariada e indecisa se levanto y tal y como el pelirrojo le dijo, acomodó su blusa del color de la esmeralda.

- Poguias decigme pog que te detuviste? - Aunque muy en el fondo estaba feliz por que el chico se había detenido, la parte más racional de su cerebro quería saber exactamente que había pasado. Normalmente ella era quien debía detener a sus parejas que siempre de forma irresistible a sus encantos mágicos naturales querían más de lo que ella estaba dispuesta a dar.

- Es solo que creo que nos estamos precipitando un poco, además, pude notar como te estremeciste y eso me hace pensar que aun no has estado con nadie. - Bill observó las reacciones de la hermosa chica que ahora tenia abrazada por la cintura y recostaba su cabeza a su hombro. - No quiero que tu primera vez sea motivada por los impulsos. - El comentario del chico hizo que de forma automática comenzaran a brotar lagrimas de los hermosos ojos azules de la francesa que no se separó del chico, por el contrario más se aferró a el y de forma silenciosa se quedaron durante un largo rato.

Ya era bien entrada la noche, Bill y Fleur seguían abrazados en el sofá, no habían pasado más de veinte minutos desde que estaban a punto de hacer el amor y Bill se había detenido cuando a la chica se le ocurrió algo. Se liberó de los brazos del pelirrojo, se dio la vuelta para limpiarse un poco las lagrimas de su rostro para después mirar de frente al chico que la volvía loca. Le tomó la mano y ante la mirada atónita de Bill. Sin siquiera levantarse del sofá y sin seña alguna de haber estado llorando hasta hace unos minutos dijo algo que hizo que el corazón de su acompañante se detuviera durante algunos instantes mientras que el suyo mismo parecía latir mas rápido que el de un colibrí.

- ¿Quiegues seg mi novio Bill?

- Si

La pareja se besó, Fleur Delacour jamás había tomado la iniciativa en una relación. Siempre era difícil que algún chico incluso la convenciera de ser su pareja, esta vez estaba decidida a conquistar al hombre que por primera vez la volvía loca. Bill se había quedado frio, cuando escuchó lo que salió de los labios de la chica no tuvo mas de tres segundos para aterrarse por el impulso propio que venia desde lo más profundo de su mente, y que antes de siquiera pensar en lo que acababa de escuchar ya había respondido afirmativamente a la pregunta.

Aquella noche por primera vez durmieron juntos en la habitación del pelirrojo, ninguno de los dos se quitó su ropa pero no pudieron separarse. A la mañana siguiente muy temprano, Fleur partiría a su natal París para pasar las fiestas con su hermanita.

Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora