Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.

Primera noche como futuros esposos

La cena transcurrió de la forma más normal que podría suceder en la familia Delacour. Bill se había impresionado al ver varios elfos domésticos, personas de servicio y la calidad de las cosas. Nunca se imaginó que su amada francesa fuera de una acaudalada familia. Cuando la conoció supo al instante que era de una familia que le habría dado todo, que era una chica mimada pero nunca pensó nada esto. En realidad a él no le importaba nada de aquello. Sus ojos se posaban en su hermosa rubia que sonreía con sus padres.

Minutos antes Fleur les había dicho a sus padres que debían hacer un anuncio. Como todo en ella habría está cargado de magia. Haciendo uso de su varita había hecho aparecer su anillo en la mano. Bill se había puesto de pie y había anunciado sus intenciones. El señor Delacour había mandado a destapar el mejor champagne que tenía. No todos los días su hija, su bebé, su más preciado tesoro anunciaba que se casaba.

La noche termino entre risas y charlas. Casi a la media noche la familia paso a sus habitaciones. Apolline Delacour había organizado a su yerno en la habitación para invitados especiales. Aun cuando los esposos Delacour no tenían ningún prejuicio acerca de las relaciones entre los jóvenes, querían marcar un precedente tratando de que los dos novios estuvieran separados en las noches. Lo que la señora no sabía era que si hija ya tenía todo listo para pasar esa noche con su amado.

Eran las dos de la madrugada cuando una silenciosa rubia invadió la cama en que un pelirrojo descansaba. Bill sintió el cambio de presión en el colchón justo después de percibir aquel aroma floral que tanto le encantaba. Su hermosa novia iba vestida con un pijama que dejaba poco a la imaginación. Después de insonorizar la habitación, la pareja había hecho por primera vez el amor en Francia. Aunque Fleur era inexperta en aquellos menesteres, se sorprendía de la destreza que Bill lograba demostrar, el pelirrojo le provocaba sensaciones indescriptibles.

Esta vez era ella quien lo había provocado. Al igual que la última vez que estaban en Londres, Fleur había usado conscientemente sus poderes de veela sobre Bill. El pelirrojo, que normalmente mantenía un lívido alto, había reaccionado dando más de sí. Los años de chico guapo en Hogwarts y los años en Egipto le habían dejado al pelirrojo una gran experiencia en temas amorosos. Aquella noche por primera vez se lo había demostrado a la chica que fruto de sus sensaciones fue incapaz de controlar sus poderes. Primero el pelirrojo le había besado desde la frente hasta sus pies dejando de lado la zona de su pubis y de su pecho. Los pedazos del pijama habían quedado esparcidos por diferentes zonas de la cama y la habitación. Bill no había querido complicarse intentado quitarlos. Posteriormente, se apoderó del pecho de su amada con su boca mientras ella explotaba en sensaciones.

Aunque esto ya lo había hecho en ocasiones anteriores en que estuvieron juntos, esta vez Bill se concentraba en que su chica sintiera y se dejara llevar. Sus manos bajaron por su abdomen mientras su lengua jugueteaba en sus senos. De a poco el pelirrojo llegaba a su objetivo. Sus dedos encontraron fácilmente la entrepierna de la chica y notaron su humedad. Esta sensación fue suficiente para que deseara probar por primera vez el sabor de su futura esposa. En ocasiones anteriores no había intentado nada fuera de lo común con su chica especial. No quería asustarla. Esta vez sus más bajos instintos salían a flote y su chica le respondía de una manera que el jamás hubiera imaginado.

En aquella habitación solo se escuchaba el sonido de dos cuerpos al chocar, Fleur estaba boca abajo con sus piernas sostenidas en las rodillas mientras su chico se encontraba en medio moviéndose de una forma que ella nunca hubiera imaginado. Bill la sostenía desde atrás por su cabello mientras su trasero golpeaba con el pubis de su novio. Aquel sonido solo era acompañado por los gemidos que ambos desprendían. Fleur nunca se había sentido tan plena. Al finalizar la noche ambos chicos terminaron dormidos fundidos en un abrazo.

A la mañana siguiente la primera en levantarse fue Fleur. Tenía que lograr llegar a su habitación antes de que su madre se despertara y notara algo raro. Al salir de la cama noto su pijama rota esparcida por los lados de la cama y se sonrojó al recordar todo lo que había hecho aquella noche con su prometido. Rápidamente uso su varita para reparar las dos prendas de ropa y salió justo a tiempo para llegar a su habitación un par de minutos antes de que su madre pasara a despertarle.

Aquella mañana la rubia canturreaba feliz mientras le ayudaba a su mamá con el desayuno. Apolline como buena madre tenía sus sospechas pero no alcanzaba a dimensionar que era lo que le pasaba a su hija mayor. A media mañana toda la familia y el invitado tomaban su desayuno mientras Fleur les contaba a sus padres que ese día saldría de paseo con Bill y con su hermanita. Irían de compras en familia. Al fin de cuentas era navidad.

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En serio quiero saber sus comentarios ¿que les pareció esta parte? ¿Les gustarían más partes así? ¿mas descriptivas? ¿menos? Nos vemos en los comentarios.