- ¿por que tienes esa expresión en tu rostro?
Le decía Bill a la hermosa rubia que tenia en los brazos. Aquella mañana se habían levantado con el gallo y el distante crepitar del Big Beng. Cada uno por su cuenta se había bañado y Bill, que al parecer es el único hijo de la señora Weasley que heredó sus dotes culinarios, se había encargado del desayuno. Ahora, ambos permanecían de pie en la sala de estar del apartamento del pelirrojo. Bill sabía que debido a lo acontecido con su padre en el ministerio, ahora era más seguro, mas probable y mas sensato, irse a vivir con sus padres pues lo mejor era estar unidos y en ultimas, aquel era el motivo original por el cual el había solicitado el traslado desde Egipto hasta Londres.
- Es que quego que me vas haceg falta en Paguis pego a la vez me hace falta mi hegmanita y mi familia. Lo siento estoy haciendo puchegos y me veo hoguible.
Para Bill era el puchero mas hermoso que jamas había visto y solo pudo sonreír. - Lo se nena, también me harás falta, no te imaginas cuanto te extrañe esa semana que alcanzaste a pasar allá y cuanto me harás falta ahora. - Contestó el pelirrojo.
- Quiego quedagme contigo Bill.
- Ni lo sueñes, ya casi es navidad y debes estar con tu familia. - Estas palabras fueron suficientes, la pareja de enamorados se dio un beso apasionado de esos que demuestran que no quieren separarse aunque en sus mentes todo hubiera sido tan fugaz y corto.
- Dumbledog no debió molestagse yo me hubiega apaguecido de nuevo en cegcanias a mi casa. - Fleur tenia en su mano una aldaba oxidada que según el sobre que una gran lechuza parda le había dejado esa misma mañana le serviría de traslador desde la casa de Bill hasta la seguridad del patio de la mansión Delacour en Francia. "Querida Fleur, he cuadrado todo con tu familia para que este traslador te lleve directo hasta casa a las 9 en punto de la mañana, dale mis respetos a tus padres y mi saludo a la pequeña Gabrielle, A.D."
- aun no entiendo como Dummbledog se entegó que moi estaba aquí - Dijo la rubia un poco sonrojada.
- A Dumbledore no se le escapa nada - fue lo único que Bill pudo decir con una pequeña sonrisa tomando su rostro.
Ambos chicos esperaron los minutos que faltaban para que el traslador funcionara tomados de la mano. Al cabo de quince minutos la aldaba brillo y Bill soltó a su chica mientras le traslador brillaba aun más. - Tendrás noticias mías antes de lo que crees - Dijo Bill justo cuando Fleur desapareció de su sala y apareció en el patio de su casa en París donde Gabrielle, Apollin y Francis Delacour le esperaban sonrientes.
- Parece que te has amañado mucho en Londres querida hija, tienes que contarnos quien es el chico, nunca te habíamos visto tan sonriente.
Apollin abrazaba a su hija mayor mientras le besaba en la parte mas alta de su cabeza en señal de cariño. - Cuando partiste nos preocupamos mucho hija, Gabrielle nos dijo que habías salido de imprevisto a Londres, como no sabíamos de tu destino exacto, Madame Maxime se comunicó con Dumbledore que al parecer sabía exactamente de ti y nos tranquilizo. - Decía su padre en tono severo pero sonriente.
- Lo siento papá, algo me decía que debía regresar y creo que fue la mejor decisión de mi vida. - Fleur comenzó a relatar todos los acontecimientos omitiendo aquellas cosas que por supuesto sus padres no debían saber, les contó como se enamoró de Bill a pesar de las diferencias, como poco a poco comenzaron a compartir, como se habían hecho novios y como sus presentimientos habían sido verdaderos al sentir que debía regresar, les contó como al momento de llegar se encontró con que Bill salía de afán al hospital de heridas mágicas pues su padre estaba gravemente herido y ella sintió que había hecho lo correcto pues tenía que acompañarlo en aquellos momentos. Sus padres la miraban con un poco de preocupación, sabían que su hermosa hija era constantemente asediada por magos y muggles y nunca, ni siquiera con su anterior novio el cual no era aprobado por sus padres, le había visto hablar, reaccionar y expresarse de aquella manera. Veían por primera vez a su hija mayor enamorada y ahora estaban ansiosos por conocer a quien había logrado conquistar el corazón de Veela de Fleur.
- Bueno. No más platica y vamos a preparar nuestra navidad - Dijo Gabrielle con una sonrisa. La familia entera ingresó a la casa donde varias personas que trabajaban para la familia salieron a recibir a la recién llegada.
Las navidades en la mansión Delacour eran muy familiares, muy al estilo muggle francés, una cena en familia, canto de villancicos, reuniones con los muggles vecinos de los cuales son muy amigos, normalmente los mas jóvenes terminan celebrando una pequeña fiesta en el patio de alguna de las casas donde como es de esperarse el licor, los juegos y los bailes mientras los adultos muy conscientes de ello, celebran a su manera en las salas bebiendo de ese extraño vino que siempre los Delacour proveen y que los muggles desconocen; es vino del elfo. Este año no podía ser la excepción, Gabrielle como siempre había tomado la iniciativa y para cuando su hermana mayor le presto interesada atención, ella ya tenia todos los detalles listos, aquel año, la fiesta correspondía a su propio patio.
Bill se encontraba en su apartamento, de manera perezosa agitaba su varita y cientos de objetos volaban en varias direcciones acomodándose en diferentes cajas, ya había desaparecido todo el amoblamiento de su apartamento y lo había enviado mágicamente a su bóveda en Gringotts.. Normalmente los magos guardan sus más preciadas procesiones en el banco de los magos del callejón Diagon y William Weasley no era la excepción, solo el sabía lo mucho que le había costado conseguir aquellas cosas desde que comenzó a trabajar, le acompañaban desde Egipto y ahora en Londres. El ayudar económicamente a su familia aun en contra de lo que sus padres le decían le hacia que todo aquello que debía comprar le costara un poco más. Bill al igual que su padre era amante de muchas cosas muggles y por eso normalmente rehusaban a crear sus propios muebles y cosas usando la magia.
La navidad de la Familia Weasley esta vez estaba marcada por la salida del patriarca de la casa del hospital de heridas mágicas San Mungo y por que el habitual sitio de reuniones se había trasladado desde la madriguera hasta Grimmauld Place ya que la familia había aceptado trasladar su alojamiento a los cuarteles generales de la orden del Fénix.
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Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.
FanfictionSiempre me he preguntado como fue que se enamoraron Bill y Fleur ¿ustedes no? todos hemos leído como fue su matrimonio y como fue que Flemma molestaba a Ginny con sus ocurrencias pero como llegaron a enamorarse? Trataré de contar aquí como pienso qu...