Caricias prohibidas 02

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- Eres bellísima. - Bill halagaba a su novia en los momentos en que despegaba sus labios del cuerpo de la chica. Llevaba un par de minutos disfrutando de los pechos de su novia experimentando una sensación hasta ese momento desconocida para el. Con ninguna chica de las que había estado antes había experimentado algo parecido. Al parecer era parte de los poderes de veela de Fleur.

Fleur Delacour estaba conmocionada con todo lo que estaba sucediendo. Su madre desde que cumplió once años había comenzado a instruirla en el control y conocimiento de sus poderes de veela. Labor difícil ya que no se sabia a ciencia cierta cuales poderes heredaría la mayor de sus hijas. Era de conocimiento de todos que las Veelas tenían el poder de la belleza y la seducción y los usaban en la antigüedad para seducir a incautos magos y muggles que caían en sus redes para después hechizarlos, probar pociones o simplemente divertirse un poco. Ademas de su muy bien conocida agresividad que se manifestaba con un cambio drástico de su apariencia física, y su alto desempeño en la lucha cuerpo a cuerpo, siendo capaces de lanzar potentes hechizos sin usar varitas.

Lo que no se sabía a ciencia cierta, era cuales eran los poderes que heredaban las mujeres con sangre de veela y humana pues muy pocas veces se había dado esta extraña mezcla, algunas mujeres veela heredaban poderes que otras semejantes no poseían o en otros casos heredaban poderes que eran incapaces de controlar a voluntad. Así que Apoline Delacour solo podía tratar de nombrar dichas cosas y guiar a su hija para que descubriera dichos poderes y tratara de controlarlos a voluntad, inculcando siempre el buen uso de los mismos.

Todas las humanas veelas tenían el don de la belleza, Fleur había descubierto durante su época de adiestramiento mágico que también poseía una capacidad excepcional para las pociones al punto de llegar a prepararlas sin antes haberlas estudiado. Fleur también había descubierto que podía controlar de alguna forma a los hombres debido a su atracción natural de veela logrando que muchos hicieran su voluntad. También había aprendido, de la forma menos esperada, que podía controlar las sensaciones de quien la besaba y volverlo sumiso a su deseo haciendo que experimentara sensaciones placenteras. Desafortunadamente, este era uno de los poderes que era incapaz de controlar a voluntad pues era incapaz de concentrarse cuando ella misma disfrutaba de lo que pasaba. Esta era la razón por la cual nunca había podido avanzar mucho en sus relaciones. Todos los hombres que conocía se atraían por su belleza natural y una vez la besaban ya querían propasarse y hacer cosas que ella aun no estaba dispuesta hacer, solo su ex novio mujeriego en París podía pasar con ella sin querer estar encima suyo aunque era incapaz de resistirse una vez le besaba. Todo era así hasta que apareció Bill, el pelirrojo no solo era inmune a su atracción natural sino que era capaz de besarle soportando su incontrolable poder de deseo.

Siguieron besándose, acariciándose y disfrutando del cuerpo del otro durante horas. Era la primera vez que hacían el amor, la primera vez para la rubia y la primera vez que Bill de verdad sentía que era algo más que sexo, aunque había sido incapaz de controlarse una vez había comenzado, el poder de Fleur le había tomado por sorpresa sobrepasandole y controlando su cuerpo y su mente. Todo era perfecto al menos dentro de su burbuja.

Era hora de despertar y en la cara de ambos se reflejaba la sorpresa, el placer y la satisfacción de la noche anterior. La mano de Bill recorría lentamente lentamente el torso de la chica que ronroneaba por la sensación. Ahora debían decidir que hacer, el pelirrojo debía regresar a las ordenes de la Orden del Fénix y al lado de su familia, ya que su padre aun estaría un par de días mas hospitalizado, Fleur debía regresar a París con su familia antes de que notaran su ausencia por mas tiempo, ninguno de los dos quería volver a sus pequeñas realidades en aquel momento. Ahora eran un todo.

Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora