Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.

Besos

- no te espegaba hasta mas tagde. ¿Como esta tu papá?

- La verdad yo tampoco pensaba venir sino hasta dentro de unas dos horas pero algo hizo que cambiara de decisión. Papá esta estable pero delicado, aun no descifran el veneno de la serpiente que le atacó y pierde sangre cada media hora así que debe reponerla con una poción aunque está sonriente.

Bill le contó a la rubia todo lo acontecido desde que el había partido la noche anterior hasta antes de salir del hospital. Fleur exclamaba y escuchaba atenta, y al igual que la mayoría de los miembros de la orden Fleur era incapaz de comprender como había hecho Harry para enterarse de lo ocurrido a cientos de kilómetros de distancia. - Pego ¿esta bien tu pague?

- Si, está bien afortunadamente aunque tiene el ego herido. - Bill no sabía que más decir, aun por su cabeza se cruzaba la imagen del hipnotizante cuerpo desnudo de Fleur. La chica parecía tener pensamientos por el mismo tipo pues volvió a sonrojarse, bajó su mirada y evitó mirar otra vez al pelirrojo.

Fleur se levantó de la mesa dirigiéndose hacia el lavado donde con un movimiento de varita aseó los platos. Necesitaba hacer algo para distraerse, en realidad quería salir corriendo, nunca pensó que podría sentir tanta vergüenza. - ¿Porque tan callada? - Bill preguntó aunque suponía el motivo de esta actitud, se levantó de la mesa y sopesó la posibilidad de acercarse a la rubia.

- Me puede la vergüenza, te espegaba más tagde no ega mi intención que me viegas así. - La rubia volvió a sonrojarse aun más y sin que notara nada al rededor suyo, sintió como las manos de Bill le tomaba su rostro que empezaba a ser cubierto por lagrimas, antes de poder reaccionar sintió los labios del pelirrojo juntarse con los suyos.

- No tienes por que avergonzarte, yo tampoco pensaba llegar tan temprano, asumí que dormías. - Comenzó a decir el chico una vez separo sus labios de los labios de la rubia y la rodeaba por la cintura con sus brazos. - Esta mañana cuando salí del hospital iba a pasar primero por donde Brigitte, necesitaba decirle que no me escribiera o buscara más por que ahora tengo novia y no quería tener problemas contigo. - En este punto Fleur se separó un poco del cuerpo de Bill usando sus brazos. - Caminé un par de calles decidido hasta que en una panadería encontré baguette caliente y algo me dijo que debía comprarlo para ti, al fin de cuentas es una comida autóctona de tu país. Compré el pan y algunos ingredientes para un emparedado y decidí venir y desayunar a tu lado. - Fleur miró sonriente a su chico y le beso nuevamente, esta vez el beso fue cargado de amor, largo, un beso de los que te dejan sin aire. Cuando se separaron Bill miró sonriente a la rubia - ¿Y eso?

- Nada es solo que me ha gustado lo que has dicho. - Caminaron hasta le sofá donde aun se encontraban las sabanas de la cama y se sentaron fundiéndose en un abrazo.

- Anoche hice algo y no se como lo tomes.

Fleur le contó a su novio lo que había hecho la noche anterior apenas el partió. No había sido capaz de mirarle a los ojos y su cabeza se había mantenido escondida en el pecho del chico. Hubo unos minutos de silencio y justo cuando tuvo el valor voltear a mirarlo notó que la miraba con una sonrisa y una expresión de ternura. - ¿no estas enojado?

- ¿por que debería estarlo? Yo mismo te acabo de decir que iba a ir a hablar con ella. Lo que hiciste me parece inesperado, no entiendo por que, aun asi me alegro de que lo hicieras. ¿Por que mejor no salimos a caminar? Necesito quitar de mi cabeza ciertas imágenes que vi esta mañana en mi apartamento, no creo que sea capaz de aguantar más sin hacer algo y no respondo. - Termino de decir eso con una sonrisa. La rubia se volvió a sonrojar pero esta vez sin apartar su mirada de la del chico.

- Me encantaguia salig pego tengo otras cosas en mente.