3. Descendiente de la Niebla (Completa)

Abuela.

Narra Bella.

Ir a lo de mis abuelos paternos es entretenido. El abuelo Federico es un genio en los videojuegos al igual que el abuelo Richard, salvo que Federico sí hace pausas para cocinar en vez de recurrir al delivery con frecuencia. Mientras que la abuela Ana es bastante seria pero cariñosa a la vez, la abuela Eugenia vive soñando y contando cuentos y suele narrar historias cuya veracidad comienzo a dudar ahora que tengo dieciséis años.

Pese al hecho de ser hija única de un dúo musical reconocido internacionalmente, nunca estoy sola. O estoy en lo de mis abuelos, o estoy con mis amigas en el Roller o alguna de sus casas. Sus madres ya me tratan como otra hija suya.

Como habrán notado, mi abuela adora a Benjamín, porque es un chico lindo para mí de acuerdo a su criterio. Según mi abuela, Benja tiene la energía de su madre y los encantos de su padre. Cree que es el partido ideal para mí, y la verdad es que creo que me gusta un poco, o más bien, paso demasiado tiempo con la abuela. Pero eso no significa que deba pasar algo entre nosotros. Además Alicia, mi mejor amiga, detesta cuando las chicas alimentan el ego de su hermano, o como dice ella, "Con amarlo tanto lo vuelven más fresa." Ambos hermanos son castaños, mi amiga tiene los ojos verdes mientras que su hermano posee unos ojos cafés que encantan...digo, tiene ojos cafés, punto.

¿Yo? Mi cabello es técnicamente castaño, pero hay discusiones sobre el color de mi pelo ya que en verano se torna un tono más claro y en invierno es prácticamente negro. Mis ojos, son iguales a los de mi padre. Mis pasatiempos favoritos son la fotografía, leer, cantar y patinar. La fotografía me interesó desde siempre, en todo evento mi compañera incondicional es mi cámara por eso Benjamín me llama incluso "chica cámara". La lectura se la debo a la abuela Eugenia que  empezó a hacerme leer de muy chica sus historias. Se podría decir que mi abuela es una fangirl y una eterna adolescente.  El canto, creo que es obvio, mis padres me inculcaron la pasión por la música desde siempre. Y el patín se lo debo a mis padres en parte ya que me llevaron a clases con Ali y Benja donde su madre, Luna, nos enseñó todo lo que sabe.

Supuestamente, en base a mis notas, soy una chica inteligente, ya que logro buenas calificaciones sin enloquecer estudiando. Pero no estoy tan segura de ello, aunque no lo crean, la escritura me cuesta muchísimo, no por reglas gramaticales u ortográficas. Muchos esperan que sea, no sé, la siguiente Shakespeare del siglo veintiuno ya que mis padres son iconos de la literatura tanto en prosa como en poesía o drama. Sin embargo, no sé por qué, a mí no me fluyen las palabras cuando se trata de escribir algo literario.

- Gastón también era así hasta que abrió su corazón a tu madre.- decía mi abuela.

- Pero mi mamá no necesitó enamorarse para escribir bonito.

- Necesitó amor, pero del amistoso, prácticamente desde que conoció a Luna comenzó a publicar frases.- me narraba la abuela cuando llamaron a la puerta.

- Hola, chicas.- saludé a Ali, Sil y Cel. Sil llevaba su cabello rubio rojizo recogido con unas trenzas mientras que Cel lucía sus rizos de rubios en una media cola. Sil era dueña de unos ojos verdeagua mientras Cel posee unos ojos cafés.

- Hola, Bella.- me saludaron.

- Vamos al Roller y luego a hacer una pijamada en casa ¿vienes?- me preguntó Ali.

- Ahora le pregunto a mi abue.- asentí volteándome a ella.

- ¿Vas a lo de Alicia?- me preguntó mi abuela sonriendo más que antes.