Ñandú.

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Narra Benjamín.

- ¿Le pediste a mamá patinar conmigo?- le pregunté a mi hermana tras el ensayo.

- No exactamente. Solo le dije que no quería patinar con Francisco. Perdón si te molesta que...

- No te disculpes, confío en la Chica Cámara.- le sonreí guiñándole un ojo.

- Pero se te nota bien celosito cuando la ves cerca de Francisco.- señalé.

- Tengo mis motivos.- dije recordando una charla que tuve con la chica cámara hace tiempo.

- Bella me gustaba, pero siempre estuve enamorado de ti.- oí a Francisco decirle a Ali cuando tomé la mano de Bella y la alejé de ellos, tras notar su mirada triste.

- Te gusta, pero no se lo dijiste a Ali ¿cierto?- le pregunté a Bella serio.

- ¿Qué?

- No te hagas, noté como te pones nerviosa con él presente. Aunque me cuesta creer que aún así me besaste sabiendo que te quiero.- le dije reclamándole el beso que ella me dió para persuadirme a ingresar a su casa.

- Esa es la confusión de mi post.- admitió tras un suspiro.

- ¿Y el anterior a qué se refería?

- A vos.- confesó bajando la mirada, acelerando mi pulso sin saberlo. - Pero luego me llegó el mensaje de Fran preguntándome sobre esa frase y la cambié por miedo de herir sus sentimientos.- pero no le importó herir mis sentimientos.

- Y luego el cobarde soy yo.- me burlé ocultando la emoción que me hacía sentir ella con sus palabras.

- Es que...

- No está bien este juego que estás haciendo, le das esperanzas a Francisco confundiéndolo aún más de lo que siente por vos y Ali, mientras que a mí...- declaré perdiéndome en sus ojos humedecidos. - No sé si te vengas por todas las chicas con las que salí tratando de olvidarte o si simplemente eres demasiado  orgullosa para admitir que hay una parte de la historia de tu abuela que no es completamente loca.- le revelé. - Benjabella es algo, pero depende de tus actos puede ser una amistad, un romance o incluso una rivalidad por actuar sin medir los efectos de tus acciones.- dije haciendo referencia a su último post.

- Ese post también iba dirigido a vos.- me lo imaginé.

- Yo sé bien lo que hago y a lo que quiero llegar. La que está confundida sos vos. Al menos, eso interpreto de tu publicación.- le indiqué.

- No estoy segura de que estés midiendo bien.

- Créeme que si, de lo contrario, no estaríamos hablando ahora mismo.- dije tentado

- ¿Aplicarías la ley del hielo conmigo?- me preguntó encontrándome con su mirada.

- No, solo haría esto.- declaré besándola, siguiendo mis impulsos, un magnetismo que me atraía a ella, a pesar de todo. Sentí que ella me correspondió, sus manos abrazaban mi cuello mientras que las mías secaban las lágrimas de sus mejillas. - Perdón, no aguantaba más tenerte tan cerca y...- me disculpé cuando me interrumpió abrazándome nuevamente.

3. Descendiente de la Niebla (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora