Deseos Inadecuados (Levi x Eren) [Fanfic Yaoi] 《Shingeki No Kyojin》

Capítulo XXVI

Recuerdos de Hanji, Parte 3

Al día siguiente, comenzó el entrenamiento cuerpo a cuerpo.

—¡Kobayashi-kun! —exclamó Maru— ¡Te reto!

—¿Estas segura?

—¡Sí!

—Como lo desee, princesa.

Yo solo me quedé observándolos, pues como verán la lucha cuerpo a cuerpo, no era ningún problema para mi.

Observé a Kobayashi, estaba en una posición correcta; con una pierna adelante de la otra, y cada brazo correspondiendo a cada pierna.

Maru estaba en la misma posición, pero estaba mal hecha. Los brazos no correspondían a sus piernas. Las distancias eran desiguales. Su posición estaba mal.

Entonces, Kobayashi se acercó un poco a Maru y le dio un puñetazo, pero ésta se defendió con sus brazos.

Entonces, Maru aprovechó y se puso nuevamente en la posición anterior y le lanzó... ¿Una patada?

Kobayashi cayó.

¡¿Qué había sido eso?!

—¡Sí! ¡Vencí al chico alto! ¡Ten eso, Kobayashi-kun!

—¡¿Qué fue eso?! —gritó Kobayashi.

—Fue algo que aprendí por ahí —decía con una orgullosa sonrisa.

—¡Eso fue trampa! ¡Creí que me darías un puñetazo!

—¡¿Eh?! ¿Eres tonto o que? ¿Acaso no viste que estaba en una posición distinta? ¡Tonto!

—¡¿A quién le estas diciendo tonto?! ¡Tú estabas mal!

—Kobayashi. —Lo llamé.

Él dirigió su enfadada mirada hacia mí.

—Acepta que perdiste. Además, lo que dice Maru es verdad, eres un tonto.

—¡Oye!

—Si te dejas llevar por las apariencias, terminarás muerto.

Kobayashi y Maru me miraron fijamente. El silencio nos rodeó.

—Tienen razón... acepto que perdí —dijo con algo de vergüenza.

—¡Ja! ¡Al fin! —exclamó con ambas manos sobre las caderas y sacando pecho.

—¡TODOS A LAS DUCHAS! —gritó Keith.

Me daba flojera decir Instructor Keith, así que le decía solo Keith. Al menos en mi mente.

—Ok... nos vemos al rato, entonces. —Se despidió Kobayashi.

—¡Esperen! ¿Les parece si después de esto vamos a comer una pizza? —propuso Maru.

—Claro —dijo Kobayashi.

Maru me miró esperando una respuesta.

—¿Por qué no? —respondí.

—Ok, Kobayashi cuando termines nos esperamos en casa, ¿Si?

¿Casa?

—Claro.

◆◆◆

—¿Qué crees que haremos mañana? —Me preguntó Maru mientras nos bañábamos; una pared nos separaba.

—Escuché que entrenaremos con los equipos de maniobras.

—¡Oh! ¿Cómo será eso?

No podía verla, pero con solo escucharla podía saber que estaba emocionada.

Debía admitir que había mejorado mucho. Antes la inseguridad la invadía y no la permitía hacer nada.

◆◆◆

—¡¿Con el equipo de maniobras?! —preguntó Kobayashi.

—Eso fue lo que escuché —dije agarrando una tajada de pizza y metiéndola a mi boca.

Apenas di una mordida, empecé a saborear algo difícil de explicar. Una mezcla perfecta bailaba en mi boca. Su sabor me sonrojó. Simplemente, era... ¿Con qué palabra podría describir esto?

—¿Han-san?

¿Qué es esto? ¿Acaso una de las pocas maravillas de este mundo?

Esa cosa amarilla encima que cubría todo lo hacía perfecto. Lo hacía único. Junto con esas cositas verdes encima. Todo era perfecto.

Perfecto.

—¿Han-san?

—¿Eh?

—¿Te encuentras bien, Han-san?

—¡¿Q-Qué es esto?! —exclamé con un rubor en mis mejillas.

—¡Pizza!

—¡Es lo más delicioso que he probado!

—Sí, aunque no se compara a la receta de mi abuelo. Él lo hacía con un queso especial. Lo hacía más delicioso.

—¿Qué es queso?

—Lo amarillo que lo cubre.

—¡¡Ahh!! ¡¡Lo hace más delicioso!!

—Sí

—¡¡Tenemos que hacer juntas algún día esa receta!!

Las dos nos habíamos sonrojado. Pues, ¡¡era delicioso!! ¿Quién no se sonrojaría?

El camino de regreso a "casa", fue solo sobre una larga charla sobre la pizza y risas de condimentos. Ahí fue donde probé por primera vez ese delicioso manjar. Esa cosa traída por los dioses.

—Tsk... que exagerada.

—¡Tú no lo entiendes, Levi! ¡Deberías probarlo!

—Sigue contando.

Al día siguiente, como dije, se había hecho el entrenamiento con el equipo de maniobras.

En un bosque especializado, otro soldados movían desde árboles a unos titanes. Nuestro objetivo era darles en la nuca.

—¡Oh! ¿Cuántos titanes crees que mates? —Me preguntó Maru.

—Mmm, no lo sé. Los que se crucen en mi camino.

—¡Haru-niichan! —gritó saludando detrás mío.

—¿"Haru-niichan"?

—Sí, decidimos que yo lo llamaría así, y él me llamaría "Maru-neechan". ¡Y tu serías "Han-neechan"! ¡Somos una familia!

—Hola —se acercaba... ¿Haru-niichan?— me trabé con algo. En medio baño el agua se agotó.

—¿Y pudiste terminar de bañarte?

—Más o menos. Pero, ya estoy acá.

—¿No estás emocionado, Haru-niichan?

—Un poco.

—Cada vez nos estamos acercando a ellos. Puede que estos no sean los reales, ¡pero son lo más parecido!

—Serás una gran soldado, Maru-neechan —dijo con una mano en su hombro.

Pude notar el tipo de mirada de Haru hacia Maru. Era distinta. Era una mirada que solo se le da a una persona. A esa persona especial. Estaba acompañada de unos ojos iluminados.

Cuando Haru veía a Maru, para él era como ver a la pizza.

Y capaz, Maru sentía lo mismo...

Había algo atrapado dentro de mí, pero aún no había descubierto lo que era...