Deseos Inadecuados (Levi x Eren) [Fanfic Yaoi] 《Shingeki No Kyojin》

Capítulo XXXV

Recuerdos de Hanji, Parte 10.
Final.

Tratamos de cambiarnos rápidamente mientras un hombre de altura superior abría la puerta con una fuerza bruta.

Maru lanzó un grito horrorizada.

—¡Hanji Zoe, Sonobe Maru...! —se detuvo al darse cuenta de que estábamos casi desnudas.

Maru se encontraba poniéndose un pantalón, y yo terminaba de ponerme mi remera.

Al ver muchas cosas fuera de lugar, tal vez el hombre pudo imaginarse muchas cosas.

—¡Malditas perr...! —el hombre se encontraba a punto de agarrar a Maru pero lo interrumpí empujándolo.

—¡No se lo permitiré! —retrocedí hacia atrás poniéndome a la defensa de Maru.

《Temía que esto pasara...》

—¡Maru corre! —dije agarrándola de la mano mientras empujaba a los demás hombres.

《 ¿La vieja les habrá dicho? 》

Cuando al fin pudimos salir, miré a Maru y estaba siendo jalada por uno de los hombres.

—¡Déjenla! —grité con enojo mientras la jalaba igualmente.

《 ¡Pero teníamos un trato! 》

Entonces, me detuve y le di una patada al hombre que la sujetaba haciendo que éste cayera y yo poder correr junto con Maru.

—¡Lo siento! —grité agitada mientras corríamos— ¡Fue mi culpa! —empecé a llorar sin mirarla— ¡Si no lo hubiese hecho, capaz esto nunca hubiese pasado! ¡Fue mi culpa! ¡Lo siento! ¡Perdón! ¡Lo lamento!

—Han-san...

—¡Lo siento! Lo siento...

Nos tuvimos que detener ya que los hombres de la Policía Militar nos acorralaron por todas las salidas disponibles que teníamos.

Pude ver a la gente asomarse por las ventanas de sus casas.

《¿De verdad esto pasará...?》

—Han-san —me miró Maru sonriendo—, tranquila. Está bien.

《Pero Maru... tus sueños...》

—Han-san... no llores... —me agarró de la mano— estamos juntas en esto, ¿o no? —sonrió nuevamente.

—Sí.

《¿Cómo fue que nos conocimos? Ah, claro. Por su dulce estatura... En ese instante ella era la que lloraba por su inseguridad. Me alegro de lo fuerte que se volvió. Oh, Maru, te amo...》

En ese instante, Maru y yo levantamos la mano sobrante como símbolo de rendición.

Un grupo de ellos se acercó a nosotros con la intención de amarrarnos. Pero antes de que eso sucediera, una flecha los atravesó a cada uno.

—¡¿Qué está pasando?! —gritó Maru asustada.

—¡No... No lo sé! —giré hacia la dirección de donde venían las flechas.

Era Haru. Estaba arriba del tejado de una casa.

—¡Corran! —gritó él mientras seguía atacando a los policías. Para después ocultarse ya que éstos empezaban a dispararle.

—¡Vamos! —dije agarrándola y así correr hacia alguna parte.

—¡Pero Haru!

—¡Tranquila! ¡Él estará bien! Confío en él.