Deseos Inadecuados (Levi x Eren) [Fanfic Yaoi] 《Shingeki No Kyojin》

Capítulo XXXII

Recuerdos de Hanji, Parte 8.

Era la primera vez que veía algo así con mis propios ojos...

—No otra vez... —susurró Haru.

Volteé a verlo, luego volteé a mi izquierda. Rin se había soltado del agarre de las mellizas y salió corriendo hacia el frente.

Sentí que mis pies estaban enterrados en la tierra.

Maldición.

Sentí una corriente de aire.

Volteé a mi derecha. Haru no estaba.

Volví a voltear a mi izquierda.

—¡Rin! ¡Si vas te matarán! —decía sujetándola por detrás.

—¡Cállate! ¡¡Cállate!!

—Sé que estás enojada. Sé cómo te sientes... pero debes tomarlo con calma. Respira... tranquila... ¿sí?

—No se merecían esto... —lloraba desconsolamente.

—Tranquila... —la abrazó— ellos no hubiesen querido que te dañaran a ti, ¿sí? Evitemos que más gente salga lastimada, ¿sí?

"¿Alguien nos habrá visto? ¿Alguien habrá escuchado la confesión de Maru hacia mí? ¿Y si alguien lo escucho? ¡Nos delataran! No quiero que terminemos así... no, no quiero... no quiero... no quiero... no quiero... no quiero..." Pensamientos invadían mi cabeza y el miedo invadía todo mi cuerpo.

—¿Han? —me miró Haru. Dejó a Yamanaka con las mellizas y caminó hacia mí— Han, ¿Han? ¡Hanji! ¿Estás bien?

Miré a Haru.

Estaba asustada.

—¿Y si alguien nos vio? —lo sostuve de los hombros.

—¿De qué hablas? —dijo confundido— Tranquilizate... —me abrazó— ¿Qué sucede?

—Maru está enamorada de mí —susurré lo suficientemente bajo para que nadie escuchase, solamente él.

—Mmm... te lo dijo... hablemos en otro lugar. Vamos —dijo agarrándome de la mano y llevándome a un pequeño callejón.

Mientras me llevaba, podía observar las sonrisas y escuchar los fastidiosos comentarios de la gente. Al llegar, Haru se sentó encima de una caja grande de madera vieja para poder hablar tranquilamente:

—Cuéntame...

—El día en que fuimos a festejar con los chicos, cuando Maru quería ir al baño y yo la acompañé, me confesó todo lo que sentía y nos besamos.

—Wow... ¿Y?

—¿Y qué?

—¿Es correspondido?

—Ehm... sí. —Una sonrisa en Haru crecía— Y sí, se lo dije. Pero, no sé si recordara, ya que estaba ebria. El tema es que tengo miedo. ¿Y si alguien nos vio? No quiero que terminemos de la misma manera, Haru.

—Hanji, tranquilízate, ¿sí? Todo va a salir bien. Yo las voy a proteger.

—No, Haru.

—Sí.

—¡No! No quiero que termines igual que tu hermana...

—¿Eh? Pero... si eso solo se lo he contado a Maru...

—Ese día que yo supuestamente  estaba dormida, en realidad estaba despierta, y... escuché todo —Haru iba a hablar pero lo interrumpí—. Quiero que vivas, ¿sí? —lo tomé de la mano— Te agradezco de verdad que seas como nuestro hermano mayor, pero no te sacrifiques por algo así, ¿sí? Quiero que me lo prometas

—Está bien.

—Prométemelo...

—No, Hanji. Lo siento, no te lo puedo prometer.

—¡LOS SIGUIENTES QUE NOMBRARÉ DEBERÁN PRESENTARSE EN ESTE MOMENTO: SONOBE MARU Y HANJI ZOE! —se escuchaba una voz masculina a través de un megáfono.

—Han-san... —se escuchó una dulce voz femenina.

Volteé asustada. Era ella: Maru.

—¡Maru! —me paré exaltada.

—Han-san... ¿Qué pasó? ¿Por qué nos llaman?

Maldición, nos vieron.

—Maru, hay que salir de...

Pero era tarde. Atrás de Maru se encontraba uno de los hombres de la Policía Militar. Su mirada era la peor de todas. Se dirigía hacia mí.

Maldición...