Deseos Inadecuados (Levi x Eren) [Fanfic Yaoi] 《Shingeki No Kyojin》

Capítulo XVIII

—¿¡Tú!?

Era el descanso y Marco no lo podía creer. Su amiga, Ymir, lo había engañado. La morena le había dicho que quería decirle algo de suma importancia y confidencial. Le pidió que se encontraran en tal lugar y él, como un tonto, se hallaba ahí mismo.

—Hablemos —afirmó con seguridad.

Sin embargo, no era Ymir quien estaba frente a él, sino Jean Kirstein, el chico que pensaba evitar para siempre.

Y no pensaba dejarlo escapar. No esta vez.

Con pánico, Marco intentó huir. No obstante, Jean lo impidió.

—Esta vez no, Marco. Patéame cuanto quieras pero no te dejaré huir esta vez. Tenemos que hablar.

—No hay nada de qué hablar.

—Marco.

El pelinegro trató de zafarse de su agarre. Pero fue en vano.

—¡Suéltame! No quiero hablar contigo. Ni siquiera puedo mirarte.

Al oír aquello, jaló a su compañero obligándolo a mirarlo. Sus rostros quedaron tan cerca que Marco se petrificó. Por su lado, Jean se quedó observando los labios de su amigo. No había nadie alrededor de ellos, pero aun así sentía miradas por paranoia. Chasqueó la lengua para luego llevarse al pecoso con él.

—¡Jean, déjame!

Pero el castaño lo ignoró.

—¡Jean!

No pensaba decir nada.

—¡Jean!

No afuera.

—¡Suéltame!

Afuera era muy peligroso.

—¡Jean! ¿A dónde me llevas?

—A esta hora mi mamá debe estar trabajando.

—¿Eh?

Al llegar a su casa, Jean entró rápidamente junto con Marco. Acto seguido, subieron a su habitación.

—M-Me lastimas... —quejió Marco por la fuerza en la que Jean lo sujetaba.

Al entrar a su habitación, Jean soltó a Marco y de paso, cerró la puerta con seguro.

—¿Qué te pasa? ¡Perdón si te fastidió lo que dije! ¡Si tanto te molesta esto solo ignórame! ¡Incluso te estoy haciendo el favor! —gritó.

Jean no desperdició ni un segundo; colocó sus manos en el rostro de Marco y le dio un apasionado beso. Lo cuál, Marco no rechazó.

Entonces, poco a poco, Jean le iba dando pequeños besos hasta bajar a su cuello.

—Ngh... J-Jean...

Y sin darse cuenta, los dos iban retrocediendo hacia atrás, hasta caer en la cama del muchacho.

—¡J-Jean! —se retorció sonrojado— ¿Qué haces...? Esto está mal...

—Shhh... —Lo calló desabrochándole su uniforme— Me has tenido como un loco ignorándome...

—Ngh... Jean...

—He pensando en ti todo la noche sin poder dormir...

Al sacarle la prenda de la parte de arriba por completo, empezó a lamerle suavemente los pezones.

—No pensé que sintieras eso por mí, Marco... —decía mientras le iba bajando el pantalon para encontrarse con su miembro ya erecto.

—N-No... J-Jean... N-No mires...