Deseos Inadecuados (Levi x Eren) [Fanfic Yaoi] 《Shingeki No Kyojin》

Capítulo XXXVII

Porque muchxs lo esperaron... xDD
Hola, estoy de vuelta, sep no me maten, lo sé me tardo muchísimo! XD
Pero ta' bueno, los dejo leer de una buena vez xD

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15 de octubre.

Narra Eren.

—Agh... —empecé a levantarme.

"Mi cabeza..."

"Me siento algo mareado..." pensé.

Me senté sobre el filo de la cama con la mano en la cabeza.

El dolor era insoportable.

Quería levantarme, pero caí al suelo.

Al parecer no sólo tenía un gran dolor de cabeza, sino también un gran dolor de caderas.

Me levanté adolorido con intención de volver a recostarme en la cama.
Y ahí fue donde me di cuenta de que estaba desnudo.

—¡Ahh! —grité del susto.

Me escondí debido a que había alguien. Ya que después de lanzar mi grito, esta persona se movió.

Tenía pelo corto de color negro, y era de tez blanca. Al parecer era hombre ya que tenía el pecho descubierto y no tenía senos.

Intenté acercarme lentamente para evitar despertarlo.

¡Era el Capitán!

Me daba ganas de sacarle la sábana y verificar si es que estaba desnudo igual que yo.

¡No lo malpiensen! ¡No es como que quiera ver su cosota!

Pero, la única pregunta que se me cruzaba por la cabeza era: ¿Por qué los dos estábamos desnudos en la misma cama?

¿Acaso lo... hicimos?

¡No! ¡No! Y ¡No!

¡Es imposible! ¡De haberlo hecho lo hubiese recordado!

Aunque...

*Flashback*

14 de Octubre

—¿Dónde rayos estabas, Eren? —me preguntó Mikasa— Ya van a partir el pastel. Hice uno de fresa, tu favorito —
dijo para después sonreír— ¿Y Armin? ¿Dónde está Armin? Ahora vuelvo, iré buscar a Armin.

—Está bien —dije mientras agarraba un pedazo de torta y lo iba comiendo lentamente.

—Oh, si el de fresa es tu favorito, entonces también quiero ese —se escuchó una voz masculina detrás mío.

—¡Comandante Erwin! —volteé a mirarlo— ¡Feliz cumpleaños! —exclamé.

—Gracias —dijo mientras reía amablemente.

—Y por cierto... gracias por lo de hoy. Causé molestias, pero gracias por hacerse cargo de mí en el tribunal.

—¿Molestias? —rió— Eren, tú nunca podrás causarme molestias —me sonrió y se acercó a mí.

—Oh... ehm... —reí con pena— gracias...

—¿Te parece bien si hablamos en el patio? Es que acá hay mucha gente, y eso me ahoga un poco.

—Oh, por supuesto —asentí avanzando— ¿no se va a llevar pastel? —pregunté volteandome.

—He comido unas cuantas tajadas de pizzas. Estoy algo lleno —sonrió.