"Deseó"

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Cuando Rin regresó a la habitación que compartían él y Yukio, tenia el corazón hecho pedazos, no sabia que creer, no sabia en quien confiar y la duda lo estaba matando. Simplemente ya no sabia nada.

Al entrar en la casa, lo único que deseo con toda el alma fue regresar a aquel día en que su hermano le dijo que sentía algo hacia él.

Y vaya que no lo hizo así como así, casi quema la cocina pero le preparó una cena exquisita, arreglo la casa, la mesa estaba adornada con flores. Y Rin no tenia idea de como se le había ocurrido, puesto que Yukio no era bueno siendo detallista.

Lo que Rin no sabia era que Yukio se había puesto a leer mas de diez libros sobre amor, una que otra lágrima se le escapo mientras lo hacia, y mientras leía los sentimientos de la chica, solo podía pensar en su dulce hermano, con sus mejillas coloradas y jugando con sus delgados dedos, sonriendo apenado. Y eso fue suficiente para hacer todo aquello.

Rin era la motivación de Yukio. La única cosa por la que se levantaba en las mañanas.

Rin se sentó en la mesa y dejo que los recuerdos lo inundaran.


~ PASADO~

Había sido un día largo, bastante largo para Rin y tenia la sensación de que no podía empeorar.

Al entrar a la casa lo primero que inundo sus fosas nasales fue un delicioso aroma a carne, casi se le cae la baba.

Y también pensó que habían extraños en su casa. Ya que Yukio apenas si ponía un pie en la cocina.

—¿Yukio?— sigo caminando aventando su mochila en la primera silla que vio, luego aceptaría los reclamos de Yukio.

—Nii-san— Yukio sonaba nervioso, cosa que desconcertó a Rin. Siguió adentrándose, subiendo las escaleras a toda prisa, pues quizá se había hecho daño o estaba atrapado debajo de la cama. Como la ultima vez.

Pero no encontró a Yukio debajo de la cama.

Lo encontró en la cocina.

—¿Planeas quemar la casa o algo parecido?— se burlo Rin. Yukio hizo un mohín molesto.

—No.

—¿Entonces?

Yukio se mordió el labio y jugo con sus manos, en eso se parecían mucho, al fin y al cabo, eran hermanos.

—Ven conmigo.— Yukio tomo su muñeca y Rin sintió que le quemaba la piel, él sabia que eso jamas podría ser, pero no podía evitar que su corazón se desbocara.

Mientras iba haciendo notas mentales en su pequeña cabecita sobre ir al medico a ver si no tenia un problema en el corazón Yukio se detuvo y Rin choco contra su pecho —pues se había girado sin que él lo notara—

—Mm, Nii-san...

Rin levanto una ceja divertido, ver a Yukio nervioso y sonrojado no era cosa de todos los días.

—¿Si?

—Yo... Te prepare una cena especial— Yukio se movió y a su espalda quedo una pequeña mesa en medio de la sala, tenia dos platos con comida que Rin no supo distinguir, ¿tanto se había esforzado Yukio?

—¿Por...?— Yukio lo volvió a jalar obligándolo a sentarse en el suelo, frente a él en la mesa.

—...Te lo diré, ¿vale? Solo quiero que comas primero, te ves cansado Nii-san, ¿has dormido bien?— Rin sonrió, Yukio volvía a ser el mismo tonto que se preocupaba por todo.

Mi Peor Perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora