"Lo que él merece"

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El viento golpeaba sus rostros ya que ninguno de ellos llevaba el casco. Rin seguía con los brazos bien aferrados al abdomen del chico que conducía como loco, rebasando coches, cruzando entre ellos y por los lados como todo un chico malo.



Condujeron por la autopista a máxima velocidad, una que le hizo sentir la adrenalina correr por sus venas y también la necesidad de ocultarse tras la espalda de Eren porque el viento le impedía respirar, en cuando pego su mejilla en su espalda pudo sentir el sutil aroma a colonia colándose por su nariz.



Ese era el olor de Eren, no el de Levi que siempre traía. El chico que conducía como loco y reía mientras lo hacia, cortejando a la muerte; este era él, quien se tatuó el nombre de alguien porque era la única forma de llevarlo sobre él. ¿Estupidez o amor?



Daba igual, porque había llegado a algún lugar cerca de la playa, podía oler el mar y escucharlo muy en calma.




—Empiezo a creer que me asesinaras, y te desharas del cuerpo en el mar.— Eren sonrió y tomo sus mejillas para luego sacar su lengua y delinear su labio inferior, causando una serie de escalofríos descendiendo por la columna de Rin.

Después de eso, mordisqueo su labio ligeramente y luego lo succiono, deslizando sus manos por su cintura hasta sus muslos, Rin aun permanecía sobre la moto puesta sobre su pie de apoyo mientras Eren estaba de pie separando sus piernas para colarse en ellas.


Sus labios, oh diablos, los labios de Eren debían tener una especie de droga porque solo quería mas de ellos. Envolvió su cadera con las piernas, tirando de él mas hacia su cuerpo, tomo su nuca y lo empujo ya que Eren seguía sin profundizar el beso, se besaron sin importarles nada.


Sus lenguas se enredaban buscando mucho mas contacto, Rin intento morder a Eren demasiado fuerte y este se aparto casi con horror. El corazón de Rin se paro... Y también otras partes. Luego, antes de que el pánico lo invadiera y pidiera disculpas el castaño se lanzo a morder su cuello.


Un jadeo escapo de sus labios y sintió a Eren sonreír con malicia, pasando los dientes por la piel debajo de su oído, tocando con la punta de su lengua el delicado lóbulo de su oreja. Apretó sus manos sobre su chaqueta de cuero, buscando un apoyo físico para lo bien que se estaba sintiendo ser mimado.




—Esa es mi forma de asesinar...— hablo con voz baja y ronca en su oído, dejándole sentir su aliento cálido en el cuello— ¿Te gusta?



Rin movió sus caderas dejándole sentir el bulto que tenia ahora entre sus piernas, gimió alto cuando Eren repitió el movimiento, simulando embestirlo contra la motocicleta y Rin no se esperaba nada de eso en una primera cita.



—Me encanta — jadeo buscando refugio en el cuello del alto, pasando sus labios gentilmente hasta sus clavículas, sus manos recorríeron su abdomen hasta el borde de sus pantalones y sintió la respiración de Eren cambiar de ritmo a uno mas irregular— ¿te gustaría que te enseñara la mía?


Su garganta se cerro, trago un par de veces y Rin observo su deliciosa nuez bajar y subir, lo que lo invito a pasar su lengua por esta y deslizar sus manos por debajo de su delgada camisa, tocando la cálida piel de Eren.


—Asesiname— contesto y volvió a empujar sus caderas  besandolo, Rin bajo sus manos y metió una en los pantalones ajenos, tocando la carne caliente –mucho mas caliente– de su pelvis.


Eren sonrió mientras le sacaba la ropa sensualmente, pasando su lengua por aquí y por haya, seduciendo sus caderas hasta que Rin se las ofreció por voluntad propia mientras jadeaba su nombre y tiraba su cabeza hacia atrás.


Mi Peor Perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora