"Mi Peor Perdición; parte uno"

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La último que todos supieron fue el golpe sordo de un puño contra una mandíbula.



Una y otra, y otra vez.



Todos los sonidos se limitaban a golpes y maldiciones.




Yukio y Mephisto tomaron al pelinegro sin darse cuenta de que el rubio yacía en el suelo de rodillas con una mano en su corazón.

Sentía las filosas dagas atravesando su pecho. Mil veces. No podía respirar. Todo lo que veía era dolor, dolor por todas partes.


Dos años en completa agonía, sentía cada beso, cada caricia comenzar a quemar su piel, tanto, que deseo arrancarla por completo.


—¡HIJO DE PUTA!— grito Levi, pero él sólo escuchaba a lo lejos, todo amortiguado por el mar de emociones que estaba ahogandolo por completo.

Intento levantarse y correr lejos de ahí. Correr hasta que no pudiera más, huir de todo. Como lo había estado haciendo durante esos dos años.

Pero ahora, todo estaba sobre él, aplastándolo.


No puedes huir por siempre.




—¡BASTA!— grito el director y Mika intento desesperadamente llevar aire a sus pulmones, sentía que su pecho estaba siendo aplastado.

Levi estaba hecho una furia. Algo que nunca había visto en él. Luego, después de los golpes, vino algo peor.

Yuu yacía en el suelo, con su hermoso rostro bañado en sangre y golpes, de los cuales ya algunos comenzaban a convertirse en feos hematomas. Pero Levi no había acabado.


—Eres un hijo de puta— siseo con veneno goteando de cada sílaba— Un cabrón de mierda, ¿Te divertiste? ¿Eh? ¿Has pensado en toda la mierda que has causado? ¿Siquiera lo consideraste? ¿Eh, cabrón?



Todos estaban en silencio mientras Yuu se mantenía en el suelo, Yukio intentaba ayudarlo mientras Mephisto sostenía al pelinegro por los brazos.

¿Te divertiste rompiéndole el corazón?


Silencio.





Yuu lo miro con una sonrisa sarcástica y ensangrentada.




—Tanto como tú.— Levi sintió sus rodillas temblar.— Incluso ahora, veo que no dejas de romperle el suyo, ¿Cuál era su nombre? ¿Eren? — soltó— Basta ser un bastardo para reconocer a los suyos.




Mika miro con ojos amplios e inocentes a la persona tirada en el suelo frente a él, a su amigo temblando tan fuerte que lo podía notar. Incluso el hermano de Rin parecía sentir su corazón hacerse pedazos.



Levi no sabía que decir.



Yuu comenzó a levantarse  con dificultad, y miro a Mikaela a los ojos por segunda vez, y entonces, él sintió las palabras de Levi a fuego lento, quemando en su cerebro y en su corazón.

¿Él había dañado así a Mika?


Observo al chico fijamente, con su piel, que antes era tan suave y lisa como la de un bebé, completamente hecha un lío de tatuajes y perforaciones. Sintió la culpa comérselo vivo.


Mikaela...— murmuró con el corazón latiendo furiosamente en su pecho, el rubio se levantó, con la cabeza baja, luego se acercó hasta él, parándose frente a él, entonces lo miro a los ojos.



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