Mi Peor Perdición.

"Mi Peor Perdición; parte dos"

Eren.

Estoy en el jardín de mi casa. Sollozando debido a que mi madre me ha dado una paliza grande, mientras llevo el dorso de mi mano a mis mejillas húmedas lo veo por primera vez.

Es como una muñequita de porcelana.

Tan pequeño, tan inocente, tan puro...

Mi corazón late con fuerza el resto de la tarde.

La segunda vez, él está con alguien. ¿Cómo puede estar con alguien siendo tan pequeño? Él sólo debe tener unos tres años más que yo... él no debería estar con nadie.

Los celos hierven en mi interior cuando él sonríe tímidamente, sus mejillas pintadas de un ligero, tan, tan ligero, rosa.

Mi corazón duele toda esa noche.

No lo he vuelto a ver en meses. Y mi corazón se está cansado. Tan triste que apenas si quiere comer algo.

Pero entonces, pasa.

Un pequeño instante, el cual me deja en las nubes. Es él. Y esta caminando sólo, con un montón de libros y unas gafas en el puente de su nariz.

Es demasiado lindo. Él... él es lindo.

Mi adolescencia es horrible. Al igual que todo. Sólo me apoyo en Mikaela, y él se apoya en mi. Una unión de supervivencia.

No se que fue de ese pequeño muñequito de porcelana.

El recuerdo cambia tan drásticamente y me encuentro con un ardor en mi frente. Me asusto, pero antes de notarlo siquiera, el ardor es reemplazado por pequeños y cálidos dedos tocando con preocupación.

—Mierda, lo siento, lo siento— repite una y otra vez. Puedo ver el plumón que se supone era para su amigo tirado a un lado de mi.

—No es nada.— le sonrió.

—Lo siento.— repite.

—¿Cuál es tu nombre?

—Levi.

Vuelve a cambiar.

Esta vez estoy en la habitación de Mika, sentado en el suelo con Levi y sus amigos a nuestro alrededor. Una botella gira en el suelo. Inhaló en pánico cuando la botella apunta a Mika y a mi, quien sonríe en malicia total.

—Te reto a besar a Levi.

Vuelve a ser diferente. Y ahora entiendo todo, voy a morir. Esta es mi vida. Estos son mis recuerdos.

Estoy muriendo.

.

.

.

Rin.

Yukio toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. Mi corazón late con furia y me recuerdo que esto es sólo por la emoción. Nada más.