"Para siempre"

427 47 27
                                    

Rin gimió ante la luz que parecía clavarse en sus ojos, estaba seguro de que había cerrado las persianas.

—¡Levantate ya!— dio un salto y saco la cabeza de entre las sabanas.

—¡¿Qué diablos haces en mi casa?!

—¡También es mi casa!

—¡DEJA DE GRITARME ESTÚPIDO! LARGATE.

Yukio hizo oídos sordos y paso a su lado. Rin quiso matarlo, aventando las cobijas aun lado, bajo de la cama, olvidando que no tenía nada mas que un bóxer.

—¿Quien te crees? ¿Eh? Me expulsaste sin ninguna razón valida-

—Estabas interrumpiendo mi clase

—Callate, aun no acabó. Me tienes harto-

—El sentimiento es mutuo.

—QUE TE CALLES. Aclaremos un poco los últimos meses hermanito, ¿quieres? —Rin tomo aliento como si fuera a iniciar una letanía — Primero, me dejas antes de tener sexo, me haces traumarme sobre si hay algo mal conmigo, regresas lleno de babas y marcas, y me haces creer como que nada paso. ¡De acuerdo!

Yukio abrió la boca y luego volvió a cerrarla, habían pasado tres días desde el viernes donde lo expulsó, era un lunes 20; faltaban 7 días para su cumpleaños.

—Te creo, pero luego llega una loca a gritar tu nombre, esta bien no pasa nada, me follas, y todos felices, pero luego no llegas a cenar conmigo, voy a buscarte, me quedo afuera de la casa, me da pulmonía, voy a parar al hospital. Llegas y me dices que me vas a dejar, ¡sin ninguna jodida explicación! Esta bien, llego a mi casa y me hundo en la miseria, llega alguien que me salvo de morir dos veces y me cuida, pero tu la acusas de fácil, ¿eres estúpido? ¡Ah! Creo que omití la parte donde dejas preñada a una tipa y te casas...

Rin lo miro sin aliento, y el estúpido de su hermano estaba sonriendo, sonriendo como antes de todo este desastre.

—¿Sabias que te ves muy sexy justo ahora?— dijo suavemente.

—¿No has escuchado todo lo que te dije?— dijo al borde de las lágrimas, intentando fingir como su corazón latía un poco mas rápido ante sus palabras.

—Lo he escuchado, perfectamente.

—¿Y entonces?— gimió con frustración.

—No puedo estar sin ti...

—¡Oh, por favor Yukio! Estas con ella, ella esta embarazada, me explusaste, ¡te vas a casar! ¿con que cara vienes a decirme que no puedes estar sin mi?

Ambos se quedaron callados, escuchando las agitadas respiraciones de ambos, Yukio paseaba sus ojos por el cuerpo semi desnudo de Rin, y Rin se preguntaba porque amaba al idiota frente a él.

—Nii-san... Yo-

—Por favor—suplico— vete... No lo hagas mas difícil para mi... Solo...— su voz se fue perdiendo en susurros  ahogados por sus sentimientos.

—Esta bien.

—¿Qué?

—Me iré, esta vez para siempre.

No hubo respuesta.

—Pero, dejame besarte una ultima vez...

—Yukio... Solo estas jugando conmigo— jadeo, ya que su corazón se sentía muy pesado en su pecho.

—No, nunca lo he hecho, te lo puedo jurar.

Rin se mantuvo callado, intentando formar algún pensamiento coherente respecto a que hacia su hermano en su casa, ¿por qué no estaba en su trabajo? O mejor aún, ¿con su prometida?

Mi Peor Perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora