Se despertó con el suave golpeteo de las teclas del computador de Yukio, no sabia como había llegado a su habitación, mucho menos a la cama. Lo ultimo que recordaba era estar en la cocina sobre la dura mesa.Levanto su cabeza con pesadez, parecía como si le hubieran metido la paliza de su vida, todo su cuerpo punzaba de dolor. La única luz visible era la que provenía de la pantalla del computador, y esta era bloqueada por la silueta de Yukio.
—¿Qué haces...?— murmuro con voz ronca, aun adormilada.
—Trabajo. Duerme, Nii-san.
Rin pestañeo un par de veces ante la frialdad de su hermano, así que se levantó y fue hasta él, parándose detrás.
Pasaron un par de segundos antes de que Yukio suspirara pesadamente y se girara hacia Rin.
—¿Pasa algo?
Rin soltó una risa sarcástica.
—Claro que no, como crees que pasa algo— giro sobre sus talones, dándole la espalda— eh, Yukio, ¿puedo preguntarte algo?
Su garganta dolía por el nudo que intentaba tragarse, al igual que sus amargas lágrimas.
—Claro.
—¿Siempre estarás conmigo, verdad?
Yukio sintió su mundo venirse abajo, no sabia que responder, en un tiempo pasado la respuesta hubiera sido inmediata, pero ahora, no lo sabia.
—¿Por qué preguntas eso, Nii-san?
—¿Quieres simplemente contestar Yukio? ¿O acaso no lo sabes? ¿Acaso la respuesta es la contraria a la que siempre me susurrabas al oído?
Rin se giro y lo miro a los ojos, aunque la luz de la pantalla lo hacia difícil.
—No es eso. La respuesta sigue siendo la misma.
—¡Entonces porque ni siquiera puedes decirlo! ¡Maldición Yukio!
Se quedo en blanco.
—¿Es eso? ¿Tu ya, tu ya no me amas?— Rin lleno de todo el aire que pudo a sus pulmones, incluso creo muros preparándose para la respuesta. Pero una respuesta nunca llego.
Lo que si sintió fueron los labios de Yukio tomando los suyos con urgencia, intento inútilmente apartarlo, sintiendo sus lágrimas rodar por sus mejillas.
Pero Yukio no lo soltó, en su lugar llevo sus manos a el borde de su playera y tiro de ella hacia arriba, en el único momento en el que sus labios se separaron fue para retirarla por completo.
—Yukio— jadeo Rin enredando sus manos en los mechones chocolate de su hermano, tirando de ellos mientras echaba su cabeza hacia atrás, dejando que Yukio explorara su cuello una vez mas, importándole nada lo que podía pasar después de eso.
Yukio llevo sus manos a la cremallera de los pantalones de su hermano bajándola, luego quitando el botón, tirando de ellos hacia abajo con desesperación.
No sabia exactamente que era lo que pasaba, todo lo que había en su mente era sentir a Rin suyo, necesitaba hacerlo, mas que otra cosa.
Rin llevo sus finos dedos a la camisa de Yukio abriéndola botón a botón, mientras miraba los ojos de su hermano, sintiendo todo el deseo de este, cuando consiguió abrirla por completo paso las puntas de sus dedos por su abdomen.
Sus corazones golpeaban sus pechos amenazando con romper todas y cada una de sus costillas, sus respiraciones se mezclaban con torpeza, chocando contra el rostro contrario.
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Mi Peor Perdición.
Fanfiction"Siempre habrá una persona que será la perdición de otra." Estos personajes no me pertenecen, si así fuera, ya estarían casados y con unos tres chiquillos :3 Espero y les guste. <3