Era tarde cuando la puerta de la habitación se abrió, apenas en un susurro, lo suficientemente para captar la atención de Rin. Lo que no esperaba era la persona detrás de la puerta.—Hola, Nii-san— dijo. Rin estaba demasiado enfrascado en el latir violento de su corazón como para siquiera contestar.— ¿Como estas?
Mal
—Bien.
—Me alegra— Yukio había caminado hasta un costado de la cama, Rin observo cada uno de sus movimientos, arrastro una silla hasta su lado y se sentó.— Izumo me llamo.
—Ah.
—Sí, bueno Nii-san, creo que — se rasco la nuca, Rin sabia que eso era una mala señal— Debemos hablar.
Intento tomar aire pero sus pulmones fallaron, no podía. Tenia miedo.
—Yukio-
—Dejame hablar, por favor.
Silencio.
—No... No podemos seguir juntos.
La primera grieta que se abrió en su mundo. Intento con todas sus fuerzas crear muros que lo protegieran, pero sabia que iba a ser inútil.
Yukio no lo miraba, su mirada estaba perdida en algún punto de la mano de Rin.
—Lo siento.
Pasaron varios minutos antes de que Rin tuviera el valor suficientemente para hablar, y su voz salio temblorosa, quebrada.
—¿P-por qué?
—Mira, esto simplemente ya no funciona.
—Creo que merezco una maldita explicación joder.— odiaba que la maquina que marcaba sus latidos estuviera aun conectada a su cuerpo, así Yukio podía ver lo agitado que estaba. Aun cuando intentaba parecer calmado.
—No es necesario.
—¡¿No lo es Yukio?!
—No, Rin.
Y todo termino, se acabo para él. Ya no importaba nada, Yukio lo había llamado por su nombre, en sus 18 años juntos jamas lo había hecho. Jamas.
Asintió lentamente, dejando de lado todo, tragando sus lágrimas con esfuerzo. Intentando respirar, aun cuando eso dolía como el infierno debido a la noche que había pasado. Sus pulmones ardían.
—Bien. Me alegra que lo entiendas— dijo Yukio, aun sin mirarlo a los ojos aun.— Ya eres-
—Yukio, vete. Por favor. Si tienes algo de consideración hacia mi persona.
—Ri-
—¡Largate maldición! ¡Dejame de una vez!
—Solo quiero aclarar las cosas contigo.— intento tomar su mano pero Rin la aparto antes de que eso llegara a suceder.— Sólo-
—¿Que me vas a explicar? ¿Como me dejas por alguien mas? ¿Como no soy lo suficiente para ti? Solo dejame, por favor...— suplico, mirando hacia cualquier lado menos a Yukio.
—Por favor...
—Si no te vas llamare a la seguridad del hospital.
—Esta bien. Puedes llegar a casa cuando te den de alta, no estaré ahí. Me mudare. Puedes quedarte con la casa.
Por favor no me dejes Yukio
—También como el responsable de ti te seguiré dando dinero. No vas a preocuparte por nada. Solo sigue llendo a la escuela.
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Mi Peor Perdición.
Fanfiction"Siempre habrá una persona que será la perdición de otra." Estos personajes no me pertenecen, si así fuera, ya estarían casados y con unos tres chiquillos :3 Espero y les guste. <3