Pasaron dos meses muy atareados. La boda era un evento muy importante y requería de mucho trabajo, paralelamente me ocupé del encargo de Mat, la casa para regalarles a los muchachos.
Carla me había ayudado en ese cometido. Mis labores me ayudaban a mitigar la nostalgia por la ausencia de Mat, habían sido meses difíciles de sobrellevar, sus correos eran tiernos y amorosos, pero sin insinuaciones ni promesas.
Yo sabía a qué atenerme, lo único que me alentaba es que pronto lo vería y esperaba sinceramente poder conformarme con eso.
Un día faltando poco para la boda mientras trabajaba, Carla me informó que tenía visita
¡era él que volvía!
Me sorprendí y quise saltar encima de él y abrazarlo, lo había echado de menos, nos habíamos mantenido en contacto vía e-mail, pero verlo en vivo y en directo, era algo maravilloso para mí.
Nuestra relación era solo de amistad, a pesar de eso siempre remarcaba en sus correos que me echaba de menos y que esperaba volver pronto.
Yo no sabía que pensar, solo sabía que él me importaba tanto o más que antes.
Entró en mi oficina y lo saludé efusivamente, no lo pude evitar, el me abrazó muy apretado y sentí su calor y su olor, la alegría de verlo nuevamente era enorme y me di cuenta de que no podía vivir sin verlo, aunque fuera de vez en cuando, sentí alegría por un amigo, al cual no veía hace tiempo, esperaba que el no escuchara a mi corazón latir encabritado y se diera cuenta de que yo sentía algo más que una amistad.
Él parecía estar tan contento de volver , aunque no había hecho nada para alentarme en ese sentido.
Sus ojos me miraron de esa forma dulce que yo conocía y me saludó contento ¡hola hermosa! ¡He vuelto! me demoré, pero ya he dejado listo todo lo que tenía que hacer allá, no tendré que volver en un buen tiempo y te he traído una sorpresa.
Se devolvió al hall de la empresa y volvió al poco rato con una caja, me brindó un paquete, era un regalo para mí y me dijo - me costó mucho encontrarlo, pero valió la pena-
Estaba intrigada, me daba un presente. Abrí contenta la caja y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con algo del pasado, lo miré totalmente anonadada, ¡no podía creer lo que veía! ¡El vestido rojo! el mismo que usé para mi primer trabajo, donde fui elegida reina.
Lo saqué y lo desplegué delante de mis ojos, seguía tan hermoso como en ese tiempo, Carla que entraba en ese momento lo vio y dio un grito de sorpresa ¡no podía creer lo que veía!
Sorprendida le pregunté-
¿cómo lo has conseguido? han pasado tantos años y lo último que supe fue que las chicas de vestuario se quedaron con él.
Mat sonreía satisfecho por la sorpresa que me había dado y me dijo- contraté a un detective y le pedí el encargo y ¡aquí está!
Él detective no pudo recuperar los zapatos, pero el vestido está aquí para ti ¿te gustó?
¡Por supuesto! -Le dije llena de alegría- era la sorpresa más hermosa que alguien me había dado! no tenías para que hacerlo, estoy feliz y muy sorprendida.
Supe mucho después por Richard que tú me lo habías comprado, me emocioné cuando lo supe, es precioso y un lindo recuerdo ¡gracias! -le dije emocionada- y no pude evitar abrazarlo, quise besarlo, pero algo me lo impidió, gracias ¡no debiste molestarte!
Él se veía orgulloso y satisfecho y me dijo- ¡yo solo quiero hacerte feliz!
Un estremecimiento me inundó, Carla miraba embobada y yo solté unas lágrimas, ella se dio cuenta de que era un momento muy íntimo y salió de la oficina, no quería interrumpir.
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Café Estrellado
RomanceUn engreído actor, un desafortunado accidente y una chica ambiciosa harán de esta novela una de tus favoritas.