Capítulo 5 - Parte 1/2

2.9K 116 12
                                    

Houston, Texas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Houston, Texas.

Restaurante del Hipódromo

Andrea y Samuel disfrutaban de su cena romántica, hablaban de como sus vidas habían cambiado para mejor y de lo mucho que se querían. Samuel abrió una botella de champán, sirvió una copa para Andrea y otra para él, mientras brindaban por su felicidad.

Samuel:¡Por nosotros! Por nuestra vida juntos... Por nuestro matrimonio... Te amo mi brujita y te voy amar por siempre. ¡Gracias por hacerme tan feliz! – Dijo, mirándome a los ojos con ternura, alzando su copa de champán.

Andrea: Por nuestra felicidad... Mi amor, Gracias por estar siempre junto a mí, y por hacerme feliz. Te amo, mi mugrosito bello. – Dije, chocando mi copa con la suya, y nos besamos tiernamente

Samuel: Pase lo que pase, yo siempre voy estar contigo. - Susurró después del beso.

Andrea: ¡Más te vale mugrosito! Más te vale. – Dijo divertida, veo como él sonríe.

Samuel: ¿Aceptarías bailar con este obrero mugroso? – Dijo divertido.

Andrea: ¿Estás seguro que quieres bailar con una bruja apestosa a caballo? - Le pregunté, alzando la ceja derecha.

Samuel: Es lo que más deseo. - Dijo mirándome fijamente.

Andrea: Bueno, entonces atente a las consecuencias. – Dije divertida, le tomé la mano, Samuel me abrazó, besó mi hombro derecho, y caminamos tomados de la mano hasta la pista de baile.

 – Dije divertida, le tomé la mano, Samuel me abrazó, besó mi hombro derecho, y caminamos tomados de la mano hasta la pista de baile

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Andrea POV

Samuel puso sus manos en mi cintura mientras bailábamos bien pegaditos, cerré mis ojos disfrutando del ritmo lento de la canción, sentía su respiración acariciando mi rostro, su frente apoyada en la mía, mis manos rodeaban su cuello. No sé ni por cuanto tiempo bailamos así, la verdad es que, se me había perdido la noción del tiempo, nos besábamos una que otra vez. Nos quedamos así por un buen rato hasta que volvimos a la mesa.

Junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora