En el camino hacia su casa, Andrea iba muy concentrada en mirar por la ventana para no tener una conversación, ella estaba perdida en sus pensamientos y en los besos que Samuel le había dado está noche. Él la besó tiernamente, pero solo para mantener las apariencias, solo por los negocios. Pero ese beso que se dieron en la pista de baile, fue muy apasionado, la hizo sentir como cuando él le demostraba que, en su vida, solo existía a ella. Andrea estaba tan distraída que ni siquiera se percató que ya habían llegado en su casa.
Samuel: ¿Andrea? Ya llegamos. - Dijo tocándole el hombro.
Andrea: ¿Qué? – Dijo mirándolo a los ojos.
Samuel: Ya llegamos. – Dijo, mientras retiraba el cinturón de seguridad. Bajó del carro y abrió la puerta del copiloto para ayudarla a bajarse del vehículo.
Andrea: Gracias. – Dijo, Samuel cerró la puerta del carro.
Samuel: ¿Te sientes bien? Estás muy callada... - Dijo, mientras entraban en la casa.
Andrea: Sí... Sí, estoy bien. Solo un poco agotada. Me voy a dormir... – Dijo. – Buenas noches, Samuel. – Dijo, volteándose para subir las escaleras.
Samuel: Oye... Espera un momento. – Dijo, tomando su mano.
Andrea: ¿Qué pasó? – Preguntó mirándolo a los ojos.
Samuel: Quería agradecerte por todo lo que hiciste hoy... Si no fueras por ti, nada de esto sería posible, de verdad eres una mujer increíble. – Dijo mirándola a los ojos.
Andrea: Yo no hice nada sola, fue un trabajo en equipo y creo que nos salimos muy bien. Tú también tienes mucho talento, Samuel. No te olvides, eres capaz de lidiar con eso y mucho más, estoy segura que aún vas a tener muchos otros logros en tu vida. – Dijo con un tono de voz dulce.
Samuel: De verdad, muchas gracias. No sabes lo mucho que esto significa para mí, gracias por tu apoyo esta noche. Que tengas lindos sueños. – Dijo, se acercando para besarla en la mejilla, muy cerca de los labios. Tenía ganas de volver a besarla pero ahora estaban solos, no había ninguna excusa. – Buenas noches... Andrea. – Dijo, mirándola a los ojos. Le aceleraba el corazón, tenerla tan cerca.
Andrea: Buenas noches, Samuel. – Dijo. Se miraron a los ojos por unos segundos, entonces ella se apartó de él y empezó a subir por las escaleras. Mientras Samuel la observaba.
Otra vez se les hizo difícil conciliar el sueño, ya que no dejaban de pensar el uno en el otro.
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Junto a ti
Hayran KurguSamuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...