Capítulo 19 - Parte 1/3

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Después de la cena se quedaron en la sala mirando una película de dibujos, hasta que el sueño empezó a notarse en Arturito

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Después de la cena se quedaron en la sala mirando una película de dibujos, hasta que el sueño empezó a notarse en Arturito.

Andrea lo llevó hacia la habitación y le puso el pijama, mientras le cantaba una canción para hacerlo dormir. Samuel la miró fascinado, era la imagen más dulce que podría imaginar, le producía mucha ternura, al final de la canción Arturito se quedó dormido.

Andrea puso Arturito en la cuna y se quedó mirándolo por unos segundos, cuando sintió las manos de Samuel alrededor de su cuerpo, abrazándola por detrás mientras apoyaba la barbilla en su hombro izquierdo, Andrea acarició la nuca de Samuel con la yema de sus dedos, mientras se quedaron así, abrazados. Un rato después, se fueron hacia su habitación.

Samuel estaba en la cama, llevaba puesto solo el pantalón del pijama, Andrea estaba en el baño, cuándo la vio venir, Samuel sonrió. Andrea llevaba puesto un camisón de seda, su brujita se veía muy sexy, no podía dejar de recorrer su hermoso cuerpo con la mirada, es que, con solo verla su cuerpo ya reaccionaba. Vio como Andrea apagó las luces, apartó las sábanas y se metió en la cama, buscando los brazos de su marido, que la abrazó al instante.

Samuel: ¿Hola? – Dijo divertido. la besó tiernamente, mientras sus manos acariciaban su espalda, por encima de su camisón.

Andrea: Hola, ¿Me estaba esperando? – Dijo divertida, después del beso. Mientras con su mano derecha empezó a acariciar el pecho de Samuel.

Samuel: Yo siempre te estoy esperando. No puedo dormir, sin que tú estés aquí, en mis brazos. – Dijo mirándola a los ojos.

Andrea: Pues a mí me pasa lo mismo, me has acostumbrado muy mal. – Dijo.

Samuel: ¿Pues que vamos hacer, eh? – Dijo sonriendo.

Andrea: Pues, es muy simple, todas las noches te vas a dormir conmigo. – Dijo mirándolo divertida.

Samuel: Pero eso vale para ti también. – Dijo con el mismo tono.

Andrea: ¡Por supuesto que sí! – Dijo sonriendo.

Samuel: Me encantó el día de hoy. – Dijo acariciando la mejilla derecha de Andrea con su nariz.

Andrea: A mí también, mi amor. – Dijo cerrando los ojos. – Aunque esté algo cansada. – Dijo

Samuel: Bueno, puedo hacer que te relajes. – Dijo susurrando, mientras sus manos subían y bajaban por la espalda de Andrea, acariciándola despacio, sus labios empezaron a dejar un camino de besos mojados por su cuello. Sentía cómo su piel reclamaba un mayor contacto, ardía de deseo por ella. Samuel metió sus manos bajo el camisón de Andrea y empezó a acariciarla.

Andrea: Samuel... - Dijo excitada, mientras agarraba la nuca de él.

Samuel: Te deseó mucho, mi amor, pero si de verdad estás cansada yo puedo... - Decía Samuel, cuándo Andrea unió sus labios con los de él, besándolo con mucha pasión, Samuel la correspondió con la misma intensidad y entrega, saboreando cada rincón de su lengua, absorbiendo su esencia. Solo se separaron por falta de aire, su respiración estaba muy agitada. – Creo que esta noche, no solamente nuestros hermanos van a tener acción. – Susurró divertido, mientras quitaba el camisón de Andrea, la miró con deseo, cogiéndola de la nuca y besándola con mucha intensidad, mientras sus manos recorrían el cuerpo de su mujer, haciéndola gemir de placer.

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