Samuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...
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Restaurante del hipódromo
Samuel y Andrea, hablaban con el señor Valdez y algunos inversionistas del banco, Andrea les hablaba del último proyecto que el banco había aprobado. Es impresionante, Andrea es una mujer muy inteligente y que sabe bien lo que hace, ha atraído todas las atenciones, Samuel no podía dejar de mirarla, él tenía ganas de invitarla a bailar, pero cuando pensó hacer eso, Andrea tuvo que salir por un momento, para contestar una llamada de su madre. Samuel apenas asintió con una sonrisa y la siguió con la mirada hasta que la perdió de vista.
Señor Valdez: Eres un hombre de mucha suerte Samuel. – Dijo divertido, llamando la atención de Samuel. – Tienes a una esposa hermosa y muy inteligente. Ella hizo un gran trabajo en el banco, debes estar muy orgulloso de ella. – Dijo. Samuel lo miró serio. Pero ¿Qué es eso que estoy sintiendo? – Lo digo con todo el respeto que la señora Gallardo se merece, por supuesto. – Dijo el hombre apenado, al notar el cambio de expresión de Samuel.
Samuel: Sí, claro. – Dijo serio. – Sin duda, mi esposa es una mujer muy impresionante. – Dijo.
Unos minutos después,Samuel estaba dispuesto a salir en busca de Andrea cuando alguien lo detuvo.
Catalina: Samuel Gallardo, no sabes el gusto que me da volver a verte. – Dijo, Samuel la miró alzando la ceja. La mujer lo miraba con una sonrisa coqueta. - No me digas que ya te olvidaste de mi... - Dijo mientras lo abrazaba y le daba dos besos en la mejilla. – Soy Catalina Sotomayor, la inversionista de Madrid, ¿Recuerdas? – Dijo muy cerca de él. – Supe de tu accidente, me alegra que ya estés recuperado. – Dijo.
Samuel: Gracias... Señorita Sotomayor. – Dijo, apartándose de ella. Esa mujer no tenía noción, ¿Cómo ella se le acercaba de esa manera, delante de todos? – Ya estoy bien. – Dijo serio.
Catalina: Lo veo. – Dijo mientras lo miraba a los ojos. – Es más... - Dijo acercándose. – Estás mejor que antes. – Dijo insinuándose. – Espero que ahora sí, me lleves a conocer a la ciudad. – Dijo con un tono de voz sensual. – ¿O es que tu esposa no lo va a permitir? – Preguntó mirándolo a los ojos. No puedo creer el atrevimiento de esa mujer. Sí, ella es bonita, pero lo único que me hace sentir es incomodidad. Además, Andrea es mucho más mujer que ella. Andrea es sexy sin necesitar hacer nada y tiene una mirada que es capaz de hechizar a cualquiera. Lo siento señorita, pero aquí usted no va a lograr nada. Es cuando escucho la voz de Andrea.
Andrea POV
Salí por un momento y cuando volví al restaurante, me hirvió la sangre con lo que vi, la ofrecida de Catalina, hablando muy cerquita de Samuel, o mejor casi lo besaba, y el muy descarado no hacía nada para apartarla, es más, hasta estaba sonriendo. Respiré profundamente y traté de calmarme, tenía que disimular mi enojo y mis celos, sí, estaba que me moría de celos. Pero tenía que controlarme, no podía hacer una escena aquí. Logré escuchar su propuesta indecente. Ella lo estaba invitando a salir a conocer la ciudad, ¡Pero qué le pasa a esa a mujer! ¿No le quedó claro en la última vez? Pero, yo le voy a dejar muy claro que este hombre es mío y nadie se mete con él.