Capítulo 48

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Samuel: No te imaginas lo mucho que deseé volver a estar a solas contigo, mi amor. – Dijo, mientras apoyaba su frente a la de ella. Andrea tenía las manos alrededor del cuello de Samuel. – Te amo tanto. – Susurró, mirándola a los ojos, mientras le quitaba el vestido, dejándola solo en ropa interior. – Eres tan hermosa, Andrea. No puedo dejar de mirarte... – Dijo.

Narrador

Andrea sonrió y se acercó para besarlo despacio. Samuel la bajó de sus brazos, pero no apartó sus labios de los de ella, mientras se besaban, sentía las manos de Andrea, abriendo los botones de su camisa, al sentir el contacto de sus dedos en su piel, Samuel la besó con mucha intensidad, mientras Andrea quitaba su camisa. Se estaba volviendo loco con sus caricias, quiso protestar cuando ella abandonó sus labios, pero suspiró extasiado cuando sintió sus labios en su cuello, besándolo y mordisqueando suavemente su piel, mientras las manos de Andrea, empezaron a desabrochar el cinturón de su pantaló. Él ya no podía más con tanta excitación y la ayudó en el movimiento, quitándose el pantalón y el bóxer de una sola vez, desnudándose frente a ella.  Andrea lo miró de pies a cabeza, sus ojos oscuros reflejaban el deseo que sentía.

Andrea: Te amo, Samuel. – Dijo, mirándolo a los ojos. – Te amo... - Susurró, cuando sintió como él se acercaba para besarla.

Samuel: Yo a ti. - Susurró. - Te amo, Andrea. – Dijo entre besos. – ¿Tienes mucha ropa no crees? – Dijo, desabrochando el sujetador de su mujer.

Andrea: ¿Ah sí? – Dijo mirándolo pícaramente. – Creo que estoy en desventaja aquí... Aún tengo ropa. – Dijo sonriendo.

Samuel: Pero créeme, esto no será por mucho tiempo. – Dijo seductor. Samuel la tomó en sus brazos y la llevó hacia la cama. Andrea pasó sus manos alrededor del cuello de Samuel, mientras lo miraba a los ojos. Él la tumbó en la cama con delicadeza, mientras acariciaba el rostro de Andrea con su mano derecha. – Me devolviste la vida... Te amo, Andrea! – Dijo, mirándola a los ojos. – ¿Puedes sentir lo mucho que mi corazón late por ti? Nadie jamás me hizo sentir así de esa manera... Solo tú. – Susurró, volviendo a besarla en los labios, Samuel la besó despacio saboreando cada rincón de los labios de su mujer dulcemente.

Andrea: Samuel... Mi amor! - Dijo, tomada por la emoción. – Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Te amo. – Susurró, con los ojos cerrados, sintiendo los labios de su marido besando su cuello. Andrea no pudo evitar gemir bajito, al sentir el contacto de sus cuerpos y sus caricias. Samuel siguió besándola por el cuello, bajando sus besos hacia la curva de sus senos, entonces, él empezó a saborearlos, haciéndola arquearse de placer bajo su cuerpo, mientras sentía las manos de Andrea, jugando con su pelo. – Samuel... - Gimió excitada, mientras apretaba su nuca. Él dejó su seno para besarla en los labios con intensidad, invadiéndola con su lengua mientras exploraba cada rincón de sus labios. – Ya no juegues más. – Dijo jadeante.

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