Samuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...
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Después de la serenata, se quedaron en el área de la alberca, disfrutando de una agradable comida familiar. Andrea tenía mucha hambre y esto no pasó desapercibido.
Irina: Hermanita, pasaste hambre en el hospital o qué? – Preguntó divertida, mientras veía Andrea repetir el plato de lasaña.
Flavio: Te entiendo perfectamente, las comidas del hospital son terribles. – Dijo.
Cayetana: ¿Has desayunado hoy? – Preguntó.
Andrea: Claro que sí. - Dijo, volviendo su atención para su plato.
Don Felipe: Déjala Cayetana, ¿No ves que se está recuperando? Mi nieta tiene que comer mucho y ahora más que antes. – Dijo. Andrea abrió mucho los ojos.
Cayetana: ¿Por qué ahora más que antes? – Preguntó.
Don Felipe: Pues... ¿Te parece poco? Mi nieta se quedó en el hospital por casi un mes, ella tuvo que comer aquella comida detestable. Pues, come todo lo que quieras mi estrella tienes todo el derecho. – Dijo.
Andrea: Ay abuelo. – Dijo sonriendo.
Irina: Y aún hay el pastel de Soledad. Pero yo no creo que aún tengas espacio, no después de todo lo que has comido. – Dijo divertida.
Samuel: Mi brujita puede todo lo que quiera. – Dijo, besando la mano izquierda de Andrea.
Irina: Ay claro, tenía que salir el mugrosito en defensa de su brujita. – Dijo poniendo los ojos en blanco. Andrea iba a decir algo cuando Fernández llegó.
Fernández: Disculpen la tardanza, pero he tenido mucho trabajo. – Dijo.
Cayetana: ¡Néstor! – Dijo sonriendo, Fernández se acerca y la saluda con un beso.
Fernández: Me alegra verte bien Andrea. – Dijo, sentándose al lado de Cayetana.
Andrea: Gracias. Que bueno que estás aquí. – Dijo. Volvieron a disfrutar de la comida familiar, mientras Flavio y Irina seguían haciendo bromas con el apetito de Andrea.
Fernández: No quería tener que decirles eso pero... - Dijo serio.
Samuel: ¿Qué pasó? – Preguntó tomando la mano de Andrea y entrelazando sus dedos.
Fernández: Patricia aún está en Houston. – Dijo.
Andrea: ¿Qué? – Dijo.
Samuel: No puedo creer. – Dijo.
Fernández: Ella se presentó en el departamento de Candela. – Dijo.
