Capítulo 85

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En el día siguiente

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En el día siguiente...

Mientras Samuel guardaba las últimas maletas en el carro, Andrea se despide de Nieves, ahora  ella se quedaría en el Rancho Del Junco, con su mamá y Don Felipe. Se abrazaron visiblemente emocionadas, Nieves les deseó lo mejor en su viaje y en su "segunda luna de miel" Andrea sonrió y le pidió que cuidara mucho a su familia.

Patricia recibió la información de la hora en que el avión de Samuel iba a decolar, su cómplice, Richard, la llevó hacia el aeropuerto. Un rato después...

En el Aeropuerto

Patricia: ¡Hoy te mueres, desgraciada! Vas a morir como tu papá, que lindo, ¿No? – Dijo riéndose.

Richard: Aquel es el mecanico del avión de Samuel Gallardo.  – Dijo, apuntando hacia el mecánico.

Patricia: Perfecto! Ahora es conmigo. – Dijo, saliendo del carro. Patricia se acercó hacia el hombre que olía a sudor y combustible, y con pocas palabras ya lo tenía devorándola a besos, él la llevó hacia el compartimiento, pensaba que iba a disfrutar de un rato de pasión, pero lo que recibió fue un fuerte golpe en la cabeza. Pero antes, el pobre estúpido le había dicho a Patricia dónde estaba ubicado el avión de Samuel Gallardo. – ¿Porque te tardaste tanto, imbécil? Casi me tengo que acostar con este hombre asqueroso. – Dijo, enojada a su cómplice.

Richard: Es que... - Dijo, pero Patricia lo interrumpió.

Patricia: Ya no tenemos tiempo para babosadas... Mira, aquel es el avión de Samuel. – Dijo apuntando.

Richard: ¿Estás segura? – Preguntó, frunciendo el ceño. Le parecía raro que Samuel tuviera un avión de ese modelo, era el mismo que él había saboteado hace anos a mando de Leonardo.

Patricia: Sí, ándale. Quiero vierlo explotar en el aire. – Dijo.

Richard: Pero, no quedarán sobrevivientes... - Dijo.

Patricia: Ay, no me digas! Eres un imbécil, ¡Solo hazlo! – Dijo enojada.

Richard: ¿Vas a matarlo a él también? – Preguntó.

Patricia: Él se lo buscó, cuando prefirió quedarse con ella. – Dijo con odio.

Andrea estaba junto a su familia cuando vio venir a Samuel.

Andrea: ¿Algún problema mi amor? – Preguntó.

Samuel: Sí... Tenemos que esperar un poco más. – Dijo.

Andrea: ¿Cómo? – Preguntó, alzando la ceja derecha.

Samuel: Al parecer el mecánico hizo una confusión y ha chequeado la aeronave equivocada. – Dijo dando hombros. – Lo peor es que nadie sabe dónde se metió. – Dijo.

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