Esta historia comienza a mitad del libro de cincuenta sombras liberadas. Donde Anastacia descubre que esta embarazada.
Pero ¿Qué tal si, cuando Anastasia se entera que está embarazada huye en lugar de quedarse y enfrenta...
Estaba comprobando el punto de aterrizaje, a través de la ventana de Charlie Tango mientras nos acercábamos al helipuerto en la azotea de Escala. Mire a Taylor, inclinando mi cabeza y dándole una pequeña sonrisa. Mientras nos quitábamos los cinturones de seguridad, recuerdo la primera vez que asegure a Anastasia con el arnés. Una leve sonrisa se extiende sobre mi apuesto rostro, mis recuerdos tan coloridos ahora que la tengo a ella. Como siempre la intensidad de mi amor por ella me deja sin aliento, en mi propia burbuja de felicidad de la que nunca tendré suficiente. Todavía me sorprende tener esa capacidad dentro de mí. Ella saca lo mejor de mí, ella me ha hecho mucho más de lo que era y estoy tan, tan emocionado que ella me pertenezca. No puedo esperar a verla, sostenerla, besarla, poseerla... Simplemente espero que ella entienda lo que significa para mí. Intento mostrárselo día a día pero mi experiencia con corazones y flores es limitada y por su puesto se que puede ser difícil vivir conmigo.
Mi sonrisa se hace más grande cuando pienso, en lo mucho que ella juega con mi paciencia a veces. Ella es como un soplo de aire fresco, reflexiono un poco cuando caigo en cuenta que la descripción no encaja "No mejor dicho ella es el aire respiro". Satisfecho con mi conclusión, camino inclinado hacia adelante por la azotea para así evitar el zumbido de las aspas del helicóptero. Cuando me acerco al panel de la entrada, las puertas del edificio se abren, sorprendiéndonos tanto a mí como a Taylor. Sawyer está parado en frente de nosotros, respirando con dificultad. El rubor en la cara de este hombre junto con la mirada atormentada que tiene, me pone en alerta máxima. Mis músculos se tensan, la adrenalina clavando en mis instintos afilados, solo me toma un segundo para darme cuenta.
-Sr Grey. ¡Ella se ha ido! Yo...Yo estaba ocupado... Yo...- Sawyer apenas logra decir, mientras el horror invade sus rasgos habitualmente impasibles.
-¿Qué? ¿Qué quieres decir con que ella se ha ido?- grito, frunciendo el ceño. Mi tono es agudo, la ira y el shock se hacen evidentes, pero hay una parte de mi que espera no haber oído bien lo que dijo Sawyer.
-Señor, ella corto la energía eléctrica y se escabulló por las escaleras de escape mientras yo estaba al teléfono hablando con Welch- . Sawyer lo dice con su cara furiosa; asumiendo la responsabilidad del descuido que podría costearle su trabajo.
Poco a poco la sangre se me sube a la cabeza, mientras mi mente se llena de miedo. Todo lo que logro decir a pesar del terror es -¿Por qué?-
Sawyer parpadea con angustia, y luego con lastima -Ella dejo una nota señor-
-¿Dónde?- pregunto mientras le paso por un lado a Sawyer. Mi corazón late con fuerza, mis ojos grises salvajes, sombríos, determinados y llenos de aprensión. El elevador llega al apartamento, paso el vestíbulo casi corriendo hacia la sala, gritando su nombre: - ¡Ana!, ¿Ana?- lo intento mientras mi mente no se hace a la idea de que ella no pueda estar allí. ¿A dónde iría? ¿Por qué se le escabullo a Sawyer? ¿Está en problemas?
Mi mente vuela con preguntas sin respuestas, mi sensación de control acostumbrada, me está fallando mientras me acerco a su habitación. Cuando me acerco a la cama que compartimos "veo un pedazo de papel roto, inofensivo". Lo agarro, arrugándolo fuertemente mientras el miedo inunda mis sentidos.
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