Capitulo 9

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Maraton 4/4

Punto de vista Anastasia:

Nuestras lenguas se entrelazan en una danza salvaje, devorándose, buscando y tomando cada pedazo de confort posible.

Mi mente se pone en blanco y todo a nuestro alrededor desaparece. Soy solo boca, lengua y gusto. Nuestras manos impacientes corren por nuestro cabello disfrutan del alguna vez, contacto perdido. De rodillas como si estuviéramos orando, adorando o suplicando, no estoy segura. Nuestros cuerpos son atraídos el uno al otro, urgidos por necesidad de volverse uno solo. En lo bajo de su garganta, lo escucho gemir.

¡Oh, recuerdo ese sonido sexy! Me llega el olor de Christian, haciendo que mis entrañas se contraigan expectantes. Mmmmmhhh.

Mi subconsciente aparece de repente, poniendo las paletas del desfibrilador en el pecho momificado de mi diosa interna, mientras grita ¡despejen! Está tratando de revivirla de la muerte. Las ignoro y me concentro en el momento, tomando las sensaciones exorbitantes. Mi cuerpo siente un hormigueo, sensible y vivo después de cinco largos años de invierno. Su fuerte necesidad por mí, hace balbucear mi corazón, sus manos se posan en la parte trasera, presionándome contra su ingle. Gira sus caderas, encendiéndome con la fricción contra mi sexo. Jadeo en su boca, temblando mientras me desliza fácilmente en el suelo, me sostengo fuertemente de sus brazos.

Nuestras extremidades se entrelazan y nuestras manos recorriendo todo el cuerpo en frenesí. Estoy muy consciente de él, cada punto de contacto estallando con los recuerdos de su toque. Me encanta la forma como me presiona contra el suelo, con su peso manteniéndome en el sitio, me recuerda quien está al mando. Su mano se mueve de mi cadera, pasa por mi cintura y toscamente por mi seno, agarrándolo. Entre sus caricias fuertes, logro llegar a su pantalón para desabrochar su cinturón, impaciente por sentir el terciopelo de su piel. Tiro ineficazmente y luego, de la nada, él se detiene, se sienta y su sangre caliente se convierte en hielo.

Me mira, jadeando fuerte. Su rostro enrojecido con parpados pesados y ojerosos. Recostada, lo observo, mi pulso titubeante y mi cuerpo protestando frustrado. ¿Qué está haciendo? Luce totalmente indefenso, e inmediatamente con algo de pánico, entiendo su expresión.

-¿Christian qué sucede?-.

Él sacude la su cabeza suavemente, buscando claridad.

-No tengo preservativos- dice en voz baja, cerrando sus ojos y frotando sus manos por el rostro.

-¡Guao!... ¿Qué?- me impulso hacia arriba, me apoyo en mis codos. Siento la hinchazón de mis labios y la rebelión de mi cuerpo por la conexión rota, pero sus palabras penetran con lujuria y me pongo rígida, en shock. La realidad es como un golpe en mis entrañas. El lió en el que nos encontramos, se debe a un embarazo no planeado, y de nuevo la respuesta de mi cuerpo, y la necesidad por él, es tan fuerte, que la anticoncepción es lo último que pasa por mi mente. Debo ser la persona más estúpida del mundo.

Una risa incrédula se me escapa, que da rienda suelta a más, me siento riendo como una loca demente. Al principio él me mira sorprendido por lo inapropiado de mi actitud, pero no puedo parar. Estoy aullando con una risa histérica, golpeando mi mano en mi pierna.

Ay, se siente tan bien reírse, para liberar toda esta ansiedad guardada. Mi diosa interna esta despierta y haciendo pucheros, mirándome con ojos confundidos y furiosos. Veo que el cuerpo de Christian deja de lado la tensión acumulada y sus ojos se suavizan, una sonrisa incierta se ve en su boca. Finalmente se da por vencido y sonríe con esa sonrisa hermosa, riendo conmigo, en sus bellos ojos grises hay solo diversión.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora