Capítulo 47

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Punto de vista de Anastasia:

El mismo hecho de que Taylor haya venido a tocar la puerta en vez de esperar, tiene a Christian en alerta máxima, tanto como la tensión táctil rodeando a su hombre de confianza su mano derecha. Después de un breve intercambio en silencio los dos desaparecen en el estudio. El sonido del portazo sumándose a mi pulso errático. Por lo menos no es sobre Chris, pienso para mí misma, segura de que Taylor me habría implicado si se tratara de él. Este es el lado positivo de consolación al que me aferro con las yemas de los dedos mientras ellos deliberan en el estudio, manteniéndome en la oscuridad y al borde de los nervios. En momentos como este, siempre me llama la atención la rapidez y la forma irrevocable como las cosas pueden cambiar, como un simple momento puede alterar el curso de tu vida, de feliz a corazón roto, de contenta a aterrorizada todo en un abrir y cerrar de un ojo felizmente ignorante. Después de pasearme de un lado al otro, mirar a las puertas cerradas, e incapaz de mantener a mi imaginación hiperactiva bajo control, sirvo whisky en dos vasos de cristal, en un esfuerzo por frenar el pequeño zumbido en mi cabeza de la rueda de hámster que va a cien millas por hora. Mi agarre inestable dejando derramar algunas gotas de color ámbar alrededor de los vasos. Cuando escucho que la puerta del estudio se abre, sus voces son silenciadas y sombrías, se necesita todo lo que tengo para quedarme quieta, esperando sin ocultar mi impaciencia mientras mis uñas teclean la madera laqueada en un lado de la mesa, esperando mi turno por ser informada. Fervientemente espero que Christian sea sincero conmigo, esto no puede ser un punto de fricción para nosotros. Taylor pasa a zancadas delante de mí, su porte militar particularmente obvio hoy, marcado por las líneas tensas y cuadradas de sus hombros y la expresión grave. Asienta la cabeza en reconocimiento hacia mi tan fuerte y precisa que no estoy segura si eso fue pensado como un saludo. Una vez que estamos a solas no me muevo, curiosa y ansiosa de ver que es lo que Christian va a hacer. Sus ojos de color acero están cansados, sus labios apretados, como para sellar las palabras adentro.

- ¿Supongo que no me dejarás manejar esto por mi cuenta? - una mano tersa pasa por su cabello, la otra esta empuñada en su cintura mientras levanta una ceja especulativa. Fijo la mirada en la suya, con tanto coraje como soy capaz, me mantengo firme en mi terreno.

- No. Estoy casada con todo de ti, no solo con las partes seguras - paso el asiento junto a mí, esperando a que él se calme y me permita saber todos los hechos. Sus ojos se agrandan una fricción mientras él considera mi solicitud, abre su boca para hablar pero, la cierra de nuevo, sacudiendo su cabeza, un pequeño tirón en la esquina de su boca es la única pista de su consentimiento. Camina alrededor del sofá y se sienta junto a mí, exhalando un suspiro largo y lento. Después de tomar un trago del whisky ardiente que le ofrecí, se queda mirando el vaso, ¿en busca de dirección, resolución? No estoy segura de cual.

- Taylor acaba de hablar con el blogger que publicó mi foto en el cuarto de juegos, le dijo que él fue contactado de nuevo. Esta vez el asesino le envió una copia completa de mi contrato estándar para sumisas -. Mis pulmones se hinchan hasta el punto de ruptura con el aire sorprendido que inhalo, mis entrañas se encogen en un nudo apretado.

- ¿Con tu firma? - mi voz sorpresivamente calmada si se compara con la agitación desenfrenada que está sacudiéndome. Su mirada se detiene en la mía, buscando por una forma de salida pero sin encontrar ninguna la mía; firme e intransigente en la indagación de una revelación completa. Siento la oleada de una pequeña victoria cuando suelta todo.

- Mi firma sí, pero el nombre de la sumisa y la fecha del contrato están entintados en negro -

- Con tus contactos, sin duda hay formas... -. Él me interrumpe, ya unos pasos más adelante, sacude su cabeza ante mi pregunta a medio terminar.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora