Capítulo 63

159 8 3
                                    


Punto de vista Anastasia:

Si la silueta sombría de su boca llena y el porte tenso de sus hombros no era suficiente pista para que notara su estado oscuro de ánimo entonces la profundidad de la molestia en sus ojos lo hizo. Enderezándose contra la cabecera lo veo en la puerta determinado, sus zancadas alargadas con desesperación para llegar a mí. Quitándome las sábanas, lucho para salir de la cama, poniéndome a su disposición para darle el consuelo que obviamente necesita. Mis pies apenas tocan el suelo antes de que él me capture en un abrazo aplastante, sus brazos se sienten como acero cuando los pone a mí alrededor, su corazón frenético palpitando entre nosotros. Lo siento enterrando su cabeza en mi cuello, inhalando, la curva de su pecho acercándonos aún más. Tomando su ejemplo envuelvo mis piernas alrededor de sus caderas y mis manos se deslizan en los suaves mechones de su cabello. Lo sostengo con la misma resignación, ansiosa de probar mí voluntad aun cuando el primer goteo de miedo se agita en mi vientre, insalubre y desagradable.

-Christian, ¿Qué pasa? - pregunto, sin aliento por el vicio apretado de su agarre. Él responde simplemente sujetando con su mano mi espalda, sus dedos clavándose en mi piel con tanta fuerza que siento el leve temblor de ellos contra mí. Todo dentro de mi grita por respuestas, pero por ahora él necesita mi cuerpo más que mis palabras. Poniendo en la banca mis preguntas me entrego a sus necesidades, segura en saber que con mi sumisión las respuestas vendrán. Sintiendo mi aceptación se inclina sobre la cama para ponerme en el centro de ella. Su calor deja mi cuerpo solo el momento en el que le toma apagar la luz de la mesa de noche, pero me da tiempo suficiente para captar la desesperación de su mirada usualmente gris brillante, antes de que nos sumerjamos en la oscuridad. Una desesperación se está escondiendo, me doy cuenta y también de la que está corriendo mientras se instala en medio de mis piernas, empujando bruscamente el borde de mis shorts de seda de su camino determinado. Ante la barrera de mi ropa interior, gruñe su molesta, arrancándolas con un tirón impaciente. Jadeo, la quemadura del roce rápidamente olvidada cuando su lengua autentica hace contacto con mi sexo sensible. Brinco contra su boca caliente, el shock de la sensación enviando una sacudida que chisporrotea hasta mis piernas. Haciendo uso de mi breve sacudida de la cama, él extiende sus manos debajo de mi culo, agarrando la parte posterior de mis muslos. Un segundo después siento sus pulgares aplicando una presión firme mientras descansan justo en el borde de mi apertura. Mi respiración se engancha a su ritmo feroz, su lengua insistente, rodando rápido y fuerte mientras buscar el punto perfecto de fusión. No hay un toque de mi amante provocador, ninguna quemadura lenta controlada que cuida de no admirar muy rápido. No, entre mis piernas tengo a un demonio completamente vestido con la intención de hacerme correr en pequeñas fracciones de tiempo que habitualmente no permitiría. Mis manos empuñan su cabello, inquietas con necesidad. Como siempre mi cuerpo esclavo de él, sus largas lamidas controlándome justo como lo haría un comando firme de su voz, y si los latigazos de su lengua son algo por lo cual guiarme, él me está instando a seguirlo ciegamente por su camino de seducción agresiva. Y lo hago, cuando chupa mi clítoris dentro de su boca en la cresta final antes de que la ola rompa. Con un credo fuerte arrancado de mis labios mis músculos se contraen, enviando a mi torso arqueándose sobre su rostro. Rápido y fuerte, me estremezco con la violencia de mi liberación arrancada. Sus atenciones lentas, su lengua lamiendo en largos trazos mientras me muevo sobre las sábanas. Agachándome acuno su mandíbula para acercarlo a mí, mis labios agradecidos y listos para su beso, pero él se resiste, negando con la cabeza entre mis muslos.

- Otra vez - dice cuando se mueve, evidentemente reajustándose a sí mismo para el segundo round mientras su lengua presiona mi entrada.

- No puedo. Es demasiado pronto - jadeo, mi cabeza colgando mientras agarro respiraciones cortas y entrecortadas. Christian me ignora, con su antebrazo sobre mi vientre bajo me clava en la cama para detener que me retuerza mientras los dedos de su mano libre trabajan sobre mis pliegues empapados, retorciendo ese puñado de nervios sobre estimulado con un masaje suave. Un momento estoy inquieta, tratando de escapar de su toque a sacudidas, en el siguiente estoy persiguiendo otro orgasmo con un solo foco en mi mente, renovado. Él sabe exactamente como llevarme hasta allí, esos dedos inteligentes dando vueltas y vueltas, provocando, nunca acercándose demasiado a ese bulto hinchado, que ahora sufre por su toque. La penetración profunda de su lengua es pecaminosamente excitante, burlándose mientras circula dentro de mí, reuniendo el flujo húmedo de mi deseo. Gime; el sonido vibrando contra mi piel. Jadeo un Aaahhh irregular cuando mis caderas giran en un pequeño movimiento para enganchar sus dedos de la manera correcta. Con mis manos arañando las sábanas en frustración, lloriqueo, sintiéndome privada de aquel toque precioso que me va a mandar a volar. Los músculos de mis piernas están tensos, esforzándose con más energía con cada segundo en que él me lo niega, mi cuerpo completo temblando por la búsqueda instintiva.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora