Capítulo 33

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Punto de vista Anastasia:

Mi cuerpo se pone rígido en su pose, inclinado sobre las flores, con su boca persistente todavía en mi oído. Si yo puedo escuchar mi corazón desbocado, seguramente él también.

¿Cómo diablos él hizo...? Pero ya lo sé, ¡maldito acosador!

-Uhm... No estoy segura de lo que quieres decir- ¡Negación, negación, negación! Mi diosa interna grita con un pánico salvaje, pero ya los fragmentos de mi esperanza débil se derrumban a mí alrededor.

El calor de su agarre firme sobre mis hombros se conecta con mis entrañas cuando me voltea para mirarlo. Su engreída y picara sonrisa se desliza aun mas a través de su boca deliciosa, confirmando mi peor temor. Una ceja curiosa y la cabeza inclinada me están dando una segunda oportunidad de replicar la pregunta a la cual, claramente él sabe la respuesta.

Él quiere que lo diga en voz alta; quiere martillar sobre la herida.

¡Urrrg! ¡Bastardo!

-Si, me envié flores a mí misma- Me estiro a mi altura y cuadro mis hombros. Aun tengo que mirar hacia arriba a su alta figura, pero encuentro su mirada con mi mirada de acero. Nada más, que momentos como este hace que me sienta desafiante, y hambrientamente acepto la ira, será mi única salvación.

La inspiración llega y me lanzo ante la oportunidad de cambiar las cosas, quitándome del centro de foco.

-¿Cómo lo supiste?- Lanzo un tono mordaz. Una mirada abatida sustituye la de suficiencia.

-Le dije a Welch que echara un vistazo; la transacción de la tarjeta de crédito estaba a tu nombre- Su boca se curva en una línea desdeñosa mientras encoge los hombros, como si fuera la cosa más normal en el mundo, que tu jefe de seguridad haga un seguimiento de los regalos florales de tu ex.

"Te lo dije" es mi subconsciente y ahora me arrepiento profundamente de no escucharla. ¡A veces soy tan tonta!

-¡No puedo creer que hicieras eso! ¡Eso es invasión a mi privacidad!- ¡Ten cuidado, no presiones demasiado fuerte!

-No hagas como si estuvieras sorprendida- Su tono es defensivo y acusatorio, gris oscuro, estallando, al borde de la ira.

-Tú me conoces lo suficiente bien como para saber que voy a investigar hasta la mierda de alguien que muestre interés por ti. Además, como iba a saber quién te enviaba las flores, si tú en realidad las enviaste- Me da una mirada mordaz y hace hincapié en las palabras estirando las silabas.

-¿No es un loco acosador?- Mi temperamento llega hasta el techo.

-Entonces, ¿Qué vas hacer con el loco acosador que me envió estas flores?- Estoy alarmantemente cerca de gritar mientras apunto agresivamente con mi brazo, en la dirección del arreglo florar que está en la habitación. Se ve un poco sorprendido por mi arrebato, así que trata de razonar conmigo.

-Solo me preocupo por ti Ana- Desliza su mano por el cabello.

Por un momento pienso que este será el fin de nuestra conversación y empiezo a dejar drenar mi ira, pero me sorprende y cambia el rumbo de nuevo. Observo con impotencia mientras su comportamiento cambia de nuevo a colérico.

¡Oh-Oh!

-¿Qué estabas intentando probar Ana?- esta respirando más rápido y está apretando repetidamente ambas manos, abierto y cerrado.

-¿Que los tenias a ellos haciendo fila por ti?, ¿que tu no me necesitabas?- su voz es suave, como la mantequilla, apenas manteniendo una capa sobre su rabia latente.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora