Capítulo 57

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Punto de vista de Anastasia:

Mi resplandor poscoital se congeló rápidamente, refrescándome con un terror espantoso. Mi corazón se detuvo por completo, dejándome incapaz de cualquier pensamiento lógico o practico. ¡Mierda, mierda, mierda! Con cada latido saltado, mi respiración se vuelve más lenta, menos profunda, mi mente singular en su enfoque el pánico. Esto es lo que era: Un pánico puro, paralizante y ciego. Justo como el Dr. Flynn me enseño un día antes, nombrar mis emociones era lo que me salvó del ataque que podría haberse convertido en toda una explosión. Eso y la voz de Ray en el fondo de mi cabeza taladrando y pidiéndome estar en calma fue lo que hizo que levantara mi trasero y fuera corriendo en busca del equipo para pedir ayuda, finalmente dejando que la determinación de ayudar a mi esposo anule el miedo que me tiene como su rehén. Para momento en el que entré a la sala, ya estaba en alarma máxima. Collins estaba ladrando en el teléfono entre su hombro tenso y su oreja, los dedos volando sobre el teclado con trazos febriles que solo podía significar problemas. Debí haber sabido que nuestro sistema estaría conectado a la computadora central de GEH. Un segundo más tarde, vi a Ray corriendo hacia la casa, Chris saltando sobre su cadera y Carl en la retaguardia, asegurando las puertas a su paso. No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que estábamos bajo encierro. El control entrenado de Ray inspiró lo mismo en mí, provocando una respiración calmada. Cuando se acercó a mí, una mano autoritaria se enroscó en mi brazo y me guió lejos.

- Vamos a darles a estos chicos un poco de espacio. - Nos metemos en el estudio de Ray, luego él deja a Chris en el suelo. Yo tomé asiento, sentada en el borde de la silla orejona frente al escritorio, agradecida por un minuto para pensar, luego, casi al instante, odiando la oportunidad de hacerlo. Al menos Chris parecía despreocupado mientras se trepaba a mi regazo, distrayéndome con su aventura al aire libre. En la PC de su escritorio, Ray seleccionó una película para Chris y en un golpe de inspiración, se le ocurrió ponerle audífonos para que pudiéramos tener una charla en privado. Solo cuando estábamos seguros de que Chris estaba absorto y ajeno, Ray camino alrededor de su escritorio. Se me quedó mirando mientras se apoyaba en el borde de la mesa con los brazos cruzados sobre su pecho y una expresión sombría en su rostro.

- ¿Qué pasó Annie? - su barítono calmado y agarrado de las riendas habló de su carácter taciturno, su agarre frio y de piedra en el control, proporcionando el pegamento que me imposibilitaba desmoronarme.

- No estoy segura papá. Christian y yo estamos chateando en Skype cuando ellos tuvieron un corte de energía en GEH. Escuche una alarma o algo y luego él cortó la llamada. - Ray asintió.

- Esta bien, no nos apresuremos, eso no significa nada y estoy seguro de que ellos tiene una planta de energía de reserva. - Las palabras de Ray fueron razonables, lógicas, pero por ahora no van en contra de la inseguridad que estaba sintiendo. ¿Puede alguien usar el tiempo entre un corte de energía y el inicio de la planta para irrumpir en la fortaleza de GEH? ¿Christian va a llamar a la policía o va a tratar de manejar esto por su cuenta? ¿Qué tal si el apagón parecía inocuo y ellos perdieron algo, algo que podría volver para asecharnos después? Ray tenía razón, estaba adelantándome a las cosas y era imposible no especular, la ansiedad salió de mí como si la llevara puesta, como si vibrara en mi propia sangre. No hay forma de separarme de ella. Asentí mi aprobación, manteniendo el aluvión de preguntas para mí misma. Me sentí como si les daría vida si me atrevía a pronunciarlas. Claramente el terror estaba haciéndome supersticiosa. Además no quería que Ray se preocupara por mi más de lo que ya estaba. Ray me interrogó sobre las flores mientras esperábamos por noticias. Yo estaba feliz de hacerlo, a pesar del tema de mierda, era mejor que dejar que mis incertidumbres corrieran y causaran un motín en mi cabeza agotada. Más tarde, cuando mi cerebro estaba mucho menos ruidoso y más sustancioso me di cuenta que nuestro tiempo en el estudio apenas tomó la mejor parte de diez minutos pero se sentía como horas, luego Carl llamó a la puerta. Ray y yo nos abalanzamos a la puerta pero yo llegué primero, desgarrándola abierta con una mirada de súplica y una letanía silenciosa que caía de mis labios "por favor que no sea nada". Carl dio un paso atrás asustado, sin duda en shock por la mujer suplicando que vio en frente de él.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora