Capítulo 46

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Punto de vista de Anastasia:

La manta suave del sueño en la que estaba acurrucada, es arrancada de mí por la conciencia, haciéndome sentar muy erguida mientras miro a Christian con un shock enorme.
De todas las cosas que él podía decir en este momento, ¡esta era la última que esperaba!

- Uhm - el sonido hace eco en mi cabeza vacía, no puedo encontrar ni un solo pensamiento inteligible. Mis ojos parpadeantes son prueba de que estoy despierta pero una parte de mi espera que estuviera dormida y que simplemente estuviera soñando esas palabras desconcertadas.

- Uhm - mi segundo intento no es más exitoso, mientras los labios carnosos de Christian se convierten en una sonrisa de diversión algo perezosa, ojos sobrios observando mi reacción sonriendo pero oh tan perspicaz. Él se empuja para apoyarse en su codo, con su otra mano dibuja círculos ociosos en mi rodilla, su toque finalmente ayudando a mi cerebro a enchufarse con mi boca.

- No he pensado mucho en eso. Es un poco pronto ¿no crees? - una risa involuntaria se me escapa, la estridencia mostrando el asombro que estoy tratando de mantener en secreto.

- Nos comprometimos esta mañana, no casamos esta noche... - sacudo mi cabeza, tambaleándose a la velocidad vertiginosa de la progresión con Cincuenta, con mi objetivo de apelar a su estado racional. Él me llama a que me acerque más con un dedo curvado, la diversión sigue coloreando su rostro.

- Anoche - su mirada se vuelve expectante, esperando a que me deslice entre sus brazos. Ante mi expresión confundida, él aclara.

- Cuando nos casamos. Anoche, son casi las 2:00am -
¡Ah, está bien entonces! ¡Eso hace toda la diferencia del mundo!
Pienso sarcásticamente, irritable por la falta de sueño y por el gran, gran día que hemos tenido. Suspiro; en contra del mejor juicio de mi cuerpo cansado y muy usado, me estiro a lo largo de su forma cálida, mi espalda contra su frente. No tengo la energía o la voluntad de razonar con él ahora mismo.
Con sus dedos peina mi cabello lejos de su camino y acaricia mi cabello para respirar profundamente.

- Tal vez no de inmediato, pero quiero verte embarazada, quiero sentir a mi bebe moviéndose dentro de ti, quiero cargar a mi bebe recién nacido -. No hay duda de la emoción en su voz, su susurro contra mi piel es capturado mientras su mano inquieta viene a descansar en mi vientre.
¿Cómo le puedo negar si fui yo quien lo retuvo de esto en primer lugar? Todas esas cosas en el contexto de un matrimonio lleno de amor son la felicidad necesaria, normal.
Me volteo para mirarlo de frente, mi cuerpo adolorido protestando cuando acuno su mejilla.

- Tú te mereces todo eso y más, es hermoso pero, también es muy difícil. Los niños, especialmente los bebes necesitan mucho de ti. Solo quiero que nosotros estemos listos, no quiero arruinar esto de nuevo - mi mano sigue un camino desde su mejilla hasta su corazón, mi mirada suplicando cuando me encuentro con la suya. Durante breve minuto él mira hacia el otro lado, pesado antes de hablar de nuevo.

- Entonces, ¿es un no? - sus cejas arqueadas proporcionando involuntariamente una advertencia debo tratarlo con cuidado. Para probar mi sinceridad paso mis labios por los suyos.

- No es un no, es solo que necesitamos un poco de tiempo -. No hay exhalación con mis palabras cuando me quedo sin aliento inquieta ante el precario equilibrio del momento. Su sonrisa de niño siempre ha sido mi favorita pero, esta, sonriendo de alegría para mí en el suave resplandor de la luz de las velas simplemente transforma su rostro, amor y gratitud radiando como los rayos cálidos del sol. Imposible no responder, así que lo hago felizmente, luego lo abrazo, mis brazos sosteniéndose con el agarre fuerte de posesión.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora