Capítulo 45

500 35 1
                                    

Punto de vista de Anastasia:

¿Qué?
De repente la canción seductora de fondo "Make you feel my love" (Hacerte sentir mi amor) de Adele parece extrañamente discordante, inapropiada. Me quedo con la boca abierta ante él, incrédula. El calor de un rubor pica las mejillas al igual que las lágrimas humillantes rebosan peligrosamente en mis ojos miserables.

- Yo... eso fue...- . Vacilo, el shock del momento robando mis pensamientos coherentes mientras él me interrumpe, ladrando.

- Dímelo Anastasia, ¡Dímelo! ¡Ahora! -. Tomo un respiro tembloroso, preparándome, cuando me doy cuenta de que el verdadero Cincuenta nunca está muy lejos. También tengo la sensación de que dependiendo de la forma en cómo maneje esto va a sentar un precedente para el futuro, estoy furiosa de que él piense que le mentiría pero, al mismo tiempo, por debajo de la ira burbujeante, veo la inseguridad inherente que está terriblemente agravada por mi partida de hace cinco años. A pesar de sentirme tan pequeña, fuerzo una nota de certeza en mi voz, asegurándome de sonar inquebrantable, entregando mi mensaje tan claro como una campana.

- ¡Christian! - digo su nombre con significancia, para llamar su atención y para que deje de interrumpirme de nuevo.

- Tú odias cuando dudo de ti. ¿Por qué tú me haces lo mismo? - lo miro fijamente, aun desconcertada por el cambio violento de ánimo entre nosotros. Antes de que pueda responder, continúo.

- Aparte de ser mi único amante, tú has sobresalido, experimentado formas más allá de lo considerado normal -. A pesar de que trato de permanecer calmada, no puedo controlar el aumento indignante en mi tono mientras hago un gesto en dirección general de todo.

- ¿No crees que algunas veces eso me hace sentir un poco fuera de balance, insegura de mi misma? -. Su expresión cambia, la duda en su propia observación precipitada, revoloteando en su rostro, pero no del todo listo para dejarlo ir, se queda en silencio, observando, esperando a que continúe, para sacarlo de su miseria celosa. Hay una parte de mí que quiere castigarlo, que lo quiere dejar guisarse en su acusación escandalosa pero, una gran parte de mi quiere sanarnos y sé que tan responsable soy de su inseguridad.

- Lo leí en una estúpida revista femenina, en el médico. Sólo pensé que sería divertido intentarlo hacer algo diferente, emocionante para ti -. Mi rubor se debe a partes iguales de humillación y enfado; dejo caer mis ojos, todavía dolidos por el golpe duro y bajo de lo que sin duda parecía y sonaba como una actuación estelar. Una luz de esperanza viene a sus ojos.

- Así que tú no... ¿tú nunca...? - su timbre se vuelve tentativo, queriendo creer pero, no dispuesto a confiar después de lo que debe haber sido un shock desconcertante.

- ¡No! - sacudo mi cabeza para acentuar mi negación, sonando más dura de lo que pretendo. Él exhala, largo y desigual, pellizcando la punta de su nariz, con los ojos cerrados y pasa una mano por su cabello mojado.

- ¡Mierda! ¡Mierda! - tritura las palabras a través de su mandíbula apretada, señalando agresivamente con la cabeza una vez su furia volviéndose interna. Con ambas manos empuja su cabello de la frente, los ojos estropeados con pesar, la boca hacia abajo infeliz.

- Lo siento mucho nena. ¡Mierda! - ojos nublados pivotean lejos, mirando a la distancia mientras convierte sus manos en puños frustrados con bolas tensas.

- La idea de ti con alguien más... - sacude su cabeza, desesperado, desconcertado. Puedo ver como sólo el pensamiento tiene un cuchillo retorciéndose en su propia alma. Instantáneamente quiero confortarlo pero, mi dolor hace que me contenga.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora