Capítulo 41

695 37 3
                                    

Maratón 2/?

Punto de vista Anastasia:

Las manos invisibles alrededor de mi cuello tensaron su agarre, estoy mareada y mi respiración es tensa. Me pregunto si Christian puede escuchar los latidos de mi corazón, cuando levanto mis ojos inciertos hacia los suyos. Con su mirada cautelosa firmemente en su lugar me observa, al parecer esperando por algo.

- ¿Quieres cancelar la boda? -. Estoy reflexionando sobre su estado de ánimo, si nos quedamos en casa donde él pueda controlar todas las eventualidades. Su mirada está en llamas por la pasión y por un momento no dice nada luego de tragar fuerte.

- Uhm... No - dice conciso y claro. Su entrecejo se arruga.

- Tu sí? -

- ¿No? -. No intento hacer que suene como una pregunta, pero tengo la extraña impresión de que él está esperando por algo, tal vez hay una respuesta correcta y una respuesta equivocada aquí. Como una bofetada fría en el rostro, la moneda cae y la pregunta punza como una espina gigante en mi garganta. Trato de tragar. Si soy honesta, no estoy segura si quiero saber.
¿Podría haber sido tomada recientemente?, ¿Mintió acerca de que estaba viendo a alguien?
Lo que pensé eran mariposas en mi estomago se han convertido en zarpazos de aves enojadas, y me preparo para lanzar mi pregunta.

- ¿Cuándo fue tomada está foto? -. Balanceo mis ojos de nuevo al artículo ofensivo, oyendo la sangre correr a través de mis oídos. Siento el peso de su mirada fija en mí, quemando mi piel en el rubor rojo que se muestra ahora. Él no puede estar molesto; sé que esta es la pregunta que estaba anticipando. No puedo creer lo confiada que soy, porque no lo pensé antes. Toda nuestra relación cuelga de sus próximas palabras. Sus dedos rápidos desatan mi cinturón de seguridad y antes de que me dé cuenta de lo que está sucediendo, estoy en su regazo. Ambas manos, ásperas están apuñadas en mi cabello, anclando mi cabeza en su lugar, solo a unos centímetros de la suya.

- ¿Cómo puedes preguntarme eso? Esa foto, y te estoy diciendo esto para que estemos claros, no quiero que NUNCA dudes de mí, era parte del montón que encontraste en mi closet y tal vez debí mencionarlo en su momento, pero destruí todas y cada una de ellas ese día -. Él alivio es fuerte y me hundo en él, dejando escapar un respiro tembloroso, pero es de corta duración, un montón de incertidumbres igual de horribles quedan. Mis brazos se enroscan en su cuello y descanso mi cabeza en el hueco de su cuello, acariciándolo.

- Te creo - respiro en su piel cálida. Estando así de cerca, oliendo el olor único de Christian me tranquiliza, de nuevo a la racionalidad. Brazos fuertes se posan alrededor de mí, presionándome cerca hasta que estoy que estoy consciente de su corazón latiendo fuertemente en mi pecho. Él está tan inquieto como yo. Aun manteniendo mi agarre, trato de darle sentido a todo.

- ¿Quién es ella? -. Cuando no responde, me alejo para buscar sus ojos, soy tomada por sorpresa por lo que encuentro en ellos antes de que tenga la oportunidad de bajar su mirada. Es vergüenza con un color de desolación dejándome estupefacta.

- No lo sé - dice eventualmente, aun evitando mirarme.

- ¿Qué quieres decir con que no lo sabes? - le rechino, molesta de repente. Ahora él está dispuesto a mirarme, pero solo porque quiere advertirme, una ceja silenciosa se arca agudamente en su rostro, diciéndome que me controle. Adecuadamente castigada, me sonrojo de nuevo. Quiero acurrucarme de nuevo en él, pero ahora no me siento segura de ser bienvenida. Agradecidamente él toma la iniciativa y pone mi cabeza de nuevo en su cuello, acariciando mi cabello distraídamente. Su tono es medido, su voz baja.

- Tenía muchas fotos exactamente como esa, casi siempre terminaba en una escena como esa, y como todas las chicas eran uhm... de un cierto tipo, no puedo saber quién es -. Ah sí, muchachitas de piel pálida y cabello largo y castaño, como yo.
El estrés de la situación se mezcla con alivio, fundiéndose en una emoción extraña, sin nombre, que envía a mi vientre a una caída libre, luego me doy cuenta de que es chistoso. Sin advertencia, una risa histérica, con resoplido se me escapa. Pongo mi mano sobre la boca, en estado de shock con miedo, no sé, pero no puedo hacer nada para pararla. Mis ojos redondos lo miran a él mientras un ataque de risa burbujeante sacude mis hombros, mis ojos llorosos. Christian no ve el lado divertido, el color plata de sus ojos se vuelve fresco.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora