Capítulo 50

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Punto de vista de Anastasia:

De pronto, estoy viviendo el adagio, todo sucedió tan rápido. Afortunadamente las instrucciones incesantes de Ray de mantener la calma y pensar es todo en lo que me puedo enfocar, me impide notar la humedad caliente que se filtra en mi ropa.
Mantén la calma.
Mis pensamientos son una línea de dominós siendo golpeados, uno inclinándose sobre el siguiente y el siguiente. El primero me dice que estoy sin aliento, que necesito respirar. Abriendo mi boca jadeo una bocanada de aire, saboreando el sabor metálico de sangre de mi labio roto.
Mantén la calma.
El segundo es la consciencia de que el crack supersónico que oí, debe ser producto de una bala y que venía de afuera del edificio, como la de un francotirador.
¿Qué? ¿Un puto francotirador?
¡Mantén la calma!
El tercero es el que el apretón de mis puños está en roscado alrededor de algo. ¡Los botones!
Dándome cuenta de que es el control remoto, presiono sin mirar, jadeando de nuevo, esta vez de alivio al ver que el ventanal se vuelve blanco, escudándonos de los ojos que intentan hacernos daño.
¡Bien!
Mantén la calma, mantente concentrada.
Los próximos son Chris y luego Christian. Luchando contra mi pánico, rezo para que Chris se haya quedado en su habitación. Al menos sé que Christian está vivo, oigo su respiración forzada al lado de mi oreja. Trato de desenredarme, lejos del agarre de Christian y de su cuerpo que me cubre. Él gime en respuesta y la sala estalla en actividad. En el fondo escucho como Brandon está gritando mientras Taylor corre hacia nosotros, agachado con su arma en la mano, sus ojos mirando en todas las direcciones, la adrenalina haciéndolo estar súper alerta.

- Sr. Grey, Sra. Grey, permanezcan abajo. ¿Están heridos? -. Niego con la cabeza, mis palabras atascadas en mi garganta, conmocionada donde aún permanezco acostada bajo el peso de Christian. Oigo a Christian tomar aliento, a través de sus dientes apretados mientras se levanta de encima de mí.

- ¡Bien! - le ladra a Taylor.

- ¡Saca a Ana! ¡Ahora! ¿Tienes a Chris? -. Con la distancia entre nosotros, me doy cuenta de la sangre, mi mano volando a mi pecho, con los dedos recubiertos mientras me toco a tientas para sentir alguna herida pero no encuentro ninguna.
¡Oh no!
La mala realización golpea a través de la dispersión de mis pensamientos; ¡Christian! Veo con horror que la mancha roja en su camisa crece con un ritmo alarmante, el blanco casi totalmente superado por el derrame de su vida preciosa. Taylor me levanta. Medio arrastrándome, medio cargándome mientras mis pies resbalan; sin poder conseguir un buen agarre del suelo brillante, ahora resbaladizo con su rastro escarlata.

- Christian - grito cuando lo veo ponerse de pie, aparentemente despreocupado por el hecho de que ha sido herido de bala.

- ¡Haz lo que Taylor te diga! - su advertencia es dura y peligrosa, nunca lo había visto tan enojado, sus rasgos y acciones guiadas únicamente por el fuego de su furia. Me retuerzo en el agarre de Taylor, tratando de luchar para ayudar a mi marido que está sangrando pero él es muy fuerte.

- ¡Déjame ir! ¡Le han dado! ¡Lo han herido! - mi voz no suena como la mía, ronca y en un hilo; vagamente noto que tengo lagrimas cayendo a chorros por mi rostro. Taylor hace la única cosa que puede para coaccionar mi cooperación; usa a mi hijo como distracción.

- Brandon estará con él; tenemos que llevarte donde Chris -
Oh no, ¡Chris!
Al oír el nombre de mi hijo me apresuro con Taylor, hacia su estudio y el santuario del pasillo que conduce a la habitación de mi hijo, desgarrada en dos. Mientras damos la vuelta de su oficina me agarro de la puerta abierta de la habitación del pánico. La vista de Gail sosteniendo a Chris, su rostro dispuesto con una sonrisa plástica para no asustarlo, lo mejor que he visto. Tropiezo en la pequeña habitación, apenas registrando mi alivio mientras mí mente se acerca de nuevo a Christian. Cuando me doy la vuelta para mirarlo, lo veo con Brandon mirando el banco de monitores antes de que Taylor cierra la pesada puerta en mi cara, el sonido de los pernos de acero de cuatro pulgadas de bloqueo, cerrándose estruendosamente en su sitio. Ahora furiosa, golpeo con mi puño la puerta sólida, sin esperanza.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora